Estados Unidos y Corea del Sur han forjado un acuerdo preliminar sobre un nuevo acuerdo de gasto para las fuerzas militares estadounidenses, con un posible triunfo de Trump a la vista.
El acuerdo existente no expirará hasta finales de 2025, pero hubo una palpable sensación de prisa por ambas partes para sellar el trato antes de un posible segundo mandato de Trump, según declaraciones de cuatro oficiales estadounidenses, incluyendo a dos ex oficiales, que habían interactuado previamente con CNN sobre las discusiones. Las tensiones en torno al Acuerdo de Medidas Especiales (SMA) aumentaron durante el mandato de Trump, con él exigiendo que Seúl pagara hasta un 400% más por los 28,500 soldados estadounidenses estacionados en el país durante las negociaciones del SMA.
No se revelaron públicamente de inmediato los detalles del nuevo acuerdo, como el costo, la fecha de firma y la fecha de entrada en vigor. Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, declaró en un comunicado que el nuevo acuerdo se alcanzó después de ocho rondas de negociaciones. Requiere la aprobación de la Asamblea Nacional de Corea del Sur, que está controlada en gran medida por el partido de la oposición que se opone al presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, mientras que el Congreso de EE. UU. no tiene papel en la finalización del acuerdo desde su extremo.
Los defensores insisten en la importancia de los soldados estadounidenses para estabilizar la relación entre los dos países. Estos soldados cumplen una doble función: disuadir ataques de Corea del Norte a medida que el régimen de Kim Jong Un aumenta sus capacidades nucleares, y apoyar la presencia de EE. UU. en la región para contrarrestar las acciones agresivas de China.
La urgencia de concluir el trato antes de que finalice el año era más pronunciada en el lado coreano debido al caos durante las negociaciones anteriores, según algunos oficiales. Estaban preocupados de que obtener un acuerdo ahora podría invitar a críticas de Trump, y querían evitar atraer la ira del ex presidente si ganaba las elecciones de noviembre.
Corea del Sur actualmente paga alrededor de $1 mil millones anuales bajo el acuerdo actual, lo que representa un aumento de aproximadamente el 13.9% en comparación con los SMAs anteriores.
Los oficiales de la administración de Trump negociaron principalmente los términos del último acuerdo, pero no se implementó hasta marzo de 2021, poco después de que el presidente Biden asumiera el cargo. Esto dio a los oficiales de la administración de Biden la oportunidad de modificar el acuerdo a su forma actual.
Durante las negociaciones iniciales, según CNN, Trump había propuesto un pago anual de $4.7 mil millones por parte de Corea del Sur, una cifra que parecía arbitrar
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