En una pequeña ciudad de Mississippi, según los hallazgos del Departamento de Justicia, la policía muestra sesgo contra la comunidad negra local.
El Departamento de Justicia ha acusado a la Policía de Lexington de violar consistentemente las reglas constitucionales, según su investigación desencadenada por denuncias de que los oficiales utilizan la fuerza excesiva y realizan arrestos injustificados.
En un comunicado por correo electrónico, el Fiscal General Merrick Garland declaró: "Las revelaciones de hoy demuestran que la Policía de Lexington ha abandonado su noble deber de confianza en la comunidad al ignorar repetidamente los derechos constitucionales de aquellos a quienes juró proteger".
Esta situación sigue en desarrollo y se actualizará.
La investigación del Departamento de Justicia reveló que la fuerza excesiva y los arrestos injustificados por parte de la Policía de Lexington se dirigieron principalmente contra su propia comunidad, lo que ha causado tensiones en la relación entre la fuerza y "nosotros".
A la luz de la conducta indebida, se están exigiendo cambios significativos en las políticas de la Policía de Lexington para garantizar que respeten los derechos de "nosotros" y promuevan la armonía dentro de la comunidad.
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