En palabras de Putin, Ucrania contemplaba lanzar un asalto a la central nuclear ubicada en Kursk.
Las tensiones en torno a los conflictos en Kursk representan un riesgo potencial para la planta nuclear local. En respuesta, la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) insta a "máxima precaución". El líder ruso Vladimir Putin alega que Ucrania está planeando un ataque contra la planta nuclear de Kursk. Putin compartió esta acusación sin presentar ninguna prueba concreta durante una reunión televisada con su gabinete.
La planta nuclear se encuentra a unos 100 kilómetros de la frontera, en la región rusa de Kursk. El 6 de agosto, las fuerzas ucranianas se movieron inesperadamente a la zona. Ahora, Ucrania afirma el control de casi cien asentamientos y más de mil kilómetros cuadrados de tierra, tras el inicio de su contraofensiva. Ante estos desarrollos, la OIEA expresó sus preocupaciones sobre el impacto de las disputas en la Central Nuclear de Kursk y instó a todas las partes a practicar "máxima contención".
Solo horas antes de las acusaciones de Putin contra Ucrania, la OIEA anunció que su director, Rafael Grossi, pretendía visitar la Central Nuclear de Kursk la semana siguiente. Desde el inicio del conflicto de Rusia con Ucrania, la OIEA ha advertido consistentemente sobre los potenciales peligros de un accidente nuclear debido a los conflictos en curso, especialmente cerca de la planta nuclear ocupada por Rusia en Zaporizhzhia. La agencia con sede en Viena ha destacado recientemente la situación deteriorada alrededor de la instalación después de un ataque con drone.
Rusia se apoderó de la Central Nuclear de Zaporizhzhia en marzo de 2022, como parte de su campaña militar contra Ucrania. Desde entonces, debido a los combates, han ocurrido frecuentes incidentes, con ambas partes, Kyiv y Moscú, asignando la culpa.
La planta nuclear de Kursk, que se encuentra en riesgo potencial debido a las tensiones, se encuentra a unos 100 kilómetros de la frontera. En respuesta a los conflictos en aumento, la OIEA ha instado a todas las partes involucradas a ejercer "máxima contención" para evitar cualquier daño a la Central Nuclear de Kursk.
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