El Servicio Secreto descubre vulnerabilidades en un supuesto complot de asesinato de Trump.
Un intento de asesinato contra Donald Trump en julio envía ondas de choque a nivel mundial. El Servicio Secreto ha estado investigando el incidente desde entonces y ha confesado numerosos errores. Ahora, están detallando errores específicos. Los individuos responsables de los errores "soportarán las consecuencias".
El intento de asesinato del candidato presidencial republicano Donald Trump ha revelado graves omisiones por parte del Servicio Secreto. El director de la agencia, Ronald Rowe, en Washington D.C., informó que la información crucial no se transmitió a través de los canales habituales, lo que llevó a la mala comunicación e información incompleta. Se detectaron problemas con anticipación, pero se ignoraron y no se abordaron.
Rowe dijo que ciertos agentes responsables de asegurar el área antes del evento no cumplieron con su deber, lo que resultó en una violación de los protocolos de seguridad. "Los responsables soportarán las consecuencias". Él enfatizó que desde el intento, se han instituido ciertas modificaciones tecnológicas y organizativas.
Desde el ataque, Trump ha recibido el mismo nivel de protección que el presidente en ejercicio. Rowe también señaló las circunstancias agotadoras del año electoral y las múltiples funciones de alto perfil. "Estamos operando con recursos limitados y los estamos agotando en este momento".
El intento en Butler
Durante un mitin del Partido Republicano en Butler, Pensilvania, a mediados de julio, un guardia de seguridad abrió fuego, apuntando a Trump. Un asistente al mitin resultó muerto y otros dos resultaron heridos. Trump sufrió lesiones en el oído derecho. El atacante fue eliminado por las fuerzas de seguridad.
El Servicio Secreto es responsable de proteger a los líderes de alto nivel, incluidos el presidente en ejercicio y los exfuncionarios o candidatos presidenciales como Trump.
Después del intento contra el republicano, el Servicio Secreto fue objeto de críticas intensas por su enfoque. A pesar de todas las medidas de seguridad, el tirador logró llegar a un tejado cercano con una vista sin obstáculos del escenario. Además, había indicios de que el comportamiento del sospechoso había sido notado por el personal de seguridad antes de la aparición de Trump, pero aún así se le permitió acceder al escenario.
La entonces directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, admitió el fracaso del servicio después del ataque y luego renunció. Rowe sucedió a Cheatle y expresó su decepción por las omisiones en la escena del crimen.
Hace poco, se produjo un incidente similar: el Servicio Secreto abrió fuego contra un individuo armado que se ocultaba entre los arbustos en el campo de golf de Trump en Florida mientras el expresidente jugaba golf. El sospechoso no devolvió el fuego y huyó, pero luego fue arrestado y acusado. Las autoridades sospechan que también tenía planes para asesinar a Trump.
Dado los recientes intentos contra la vida de Donald Trump, se espera que las medidas de seguridad en las elecciones presidenciales de 2024 se hayan fortalecido significativamente. Las lecciones aprendidas de estos incidentes sin duda darán forma a los protocolos de seguridad implementados durante la campaña electoral.
Dado estos incidentes pasados, es crucial que el Servicio Secreto asegure una estrategia de seguridad completa e impecable para proteger a todos los candidatos presidenciales, incluidos Donald Trump, durante las elecciones de 2024.
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