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El liderazgo sudafricano sigue en manos de Ramaphosa, pero hay dudas sobre las alianzas clave

El presidente en ejercicio se reafirma en su posición de autoridad.

Ramaphosa puede continuar, pero no solo. Su ANC necesita socios de coalición.
Ramaphosa puede continuar, pero no solo. Su ANC necesita socios de coalición.

El liderazgo sudafricano sigue en manos de Ramaphosa, pero hay dudas sobre las alianzas clave

En las recientes elecciones parlamentarias de Sudáfrica, que se llevaron a cabo dos semanas atrás, el ANC gobernante experimentó importantes reversos. Sin embargo, Cyril Ramaphosa logró ser reelecto como presidente. Establecer un gobierno estable, sin embargo, parece ser mucho más complicado de lo previsto.

Cyril Ramaphosa ha sido elegido por el nuevo parlamento sudafricano, obteniendo 283 de los 339 votos. Como líder del ANC, ahora está encargado de formar una nueva administración.

El ANC, el partido político conocido por su icónico antiapartheid Nelson Mandela, sufrió un duro golpe en las elecciones celebradas el 29 de mayo. Esto marca la primera vez en tres décadas que Sudáfrica, la economía más grande del continente, no será gobernada por el ANC solo. Por primera vez en 30 años, se establecerá una coalición. El ANC tiene 159 de los 400 escaños parlamentarios, mientras que el Alianza Democrática (DA) reclama 87 escaños.

Dudas entre los partidarios del ANC

John Steenhuisen, un político DA prominente, declaró en Ciudad del Cabo que, después de dos semanas de intensas discusiones, se inicia una nueva etapa en Sudáfrica. El acuerdo firmado entre partidos establece que una alianza, que incluye varias partidos representados en el parlamento, es beneficiosa para todos los sudáfricanos.

Sin embargo, no todos los representantes del ANC están emocionados por trabajar con la Alianza Democrática, que algunos partidarios del ANC ven principalmente atendiendo los intereses de la minoría blanca de Sudáfrica. Las negociaciones entre el ANC y otros partidos representados en el parlamento siguen en curso. Los analistas políticos han expresado ya su preocupación de que un Gobierno de Unidad Nacional pudiera llevar a un gobierno inestable y eficiente. Se necesitan reformas urgentes en el país de 61 millones de personas, que ha estado lidiando con una economía debilitada, desempleo generalizado, corrupción institucionalizada, empresas estatales en decadencia y un sector de salud y educación en declive durante años.

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