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El ejército israelí está atacando a sus propios soldados.

Después del arresto de nueve soldados, una multitud movilizada asalta la Base Militar Beit Lid.
Después del arresto de nueve soldados, una multitud movilizada asalta la Base Militar Beit Lid.

El ejército israelí está atacando a sus propios soldados.

Un soldado israelí es acusado de maltratar a prisioneros palestinos. El ejército promete endurecer la respuesta ante los informes de condiciones cada vez peores para los detenidos. Activistas de extrema derecha se manifiestan en su contra.

La fiscalía militar de Israel ha acusado a un soldado de presuntamente maltratar a prisioneros palestinos. Se le acusa de haber utilizado "violencia severa" contra los detenidos que estaban bajo su custodia mientras los trasladaba a prisiones israelíes entre febrero y junio de este año, según informó el ejército.

Durante algunos de los traslados, el reservista presuntamente golpeó a los prisioneros, que no representaban una amenaza y estaban maniatados y vendados, con un palo y su arma personal, mientras grababa con su teléfono.

Se han registrado reiterados informes sobre malas condiciones para los prisioneros palestinos en custodia israelí. Solo el pasado lunes, la policía militar israelí arrestó a nueve soldados en la base militar de Sde Teiman cerca de la ciudad desértica de Beersheva, acusados de haber abusado sexualmente de forma grave a un terrorista de Hamas, que tuvo que ser hospitalizado con lesiones.

Las protestas dividen al gobierno

El arresto de los soldados desató una gran agitación en Israel. Los manifestantes irrumpieron de inmediato en la base para protestar, y se produjeron protestas similares en otros lugares, incluido el base militar de Beit Lid al noreste de Tel Aviv, con la participación de legisladores de extrema derecha. Los familiares de los soldados pidieron más protestas y negaron las acusaciones en su contra. El periódico "Haaretz" informó que una turba enfurecida atacó a varios periodistas israelíes el martes.

El ministro de Defensa, Joav Galant, escribió al primer ministro Benjamin Netanyahu que las protestas constituían "una amenaza seria para la seguridad del Estado" y solicitó medidas contundentes contra los miembros de la coalición involucrados. También sugirió que el ministro de Policía de extrema derecha, Itamar Ben-Gvir, podría haber obstaculizado a la policía para actuar contra los manifestantes violentos de su propio campo. El jefe de Estado Mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, dijo durante una visita a Beit Lid que los intentos de los alborotadores de entrar en las bases militares eran graves y criminales, rozando la anarquía, y perjudicaban al ejército, la seguridad del Estado y los esfuerzos bélicos. Los medios de comunicación israelíes informaron de que el ejército planea desplegar tres batallones para evitar más protestas, pero el ejército aún no lo ha confirmado.

La instalación de detención de Sde Teiman también alberga a combatientes de una unidad élite de la organización terrorista islámica Hamas. La organización de derechos humanos Amnistía Internacional recently accused Israel of abusing and torturing Palestinian prisoners from the Gaza Strip. Thousands of so-called security prisoners are held in Israeli prisons, many arrested during the October 7 terrorist attack by Hamas and other groups, and many more during the subsequent Gaza war. According to a report by the "Jerusalem Post," military police prosecutors have contacted former Palestinian inmates of Sde Teiman to inquire about possible abuses.

The Palestinians expressed concern over the allegations of abuse against their fellow prisoners by the Israeli soldier. Furthermore, international human rights organizations, such as Amnesty International, have continuously accused Israel of mistreating Palestinian prisoners.

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