- Discurso de despedida de Lugner: "Adiós, Richard, tu apodo elegido con cariño"
El empresario austriaco Richard Lugner, famoso por sus lujosos eventos y su vida personal escandalosa, continuó cautivando a las masas incluso después de su muerte, atrayendo una multitud de cámaras en su servicio memorial celebrado en la Catedral de San Esteban en Viena. Según sus deseos, el servicio reflejó una de sus reuniones de alta sociedad, llena de belleza, fama y emoción.
Lugner, un invitado frecuente en el Baile de la Ópera de Viena, falleció el 12 de agosto a la edad de 91 años. Conocido por promover sus fastuosas fiestas, a menudo anunciaba a los asistentes distinguidos, lo que le valió una buena suma de dinero. Esta vez, la viuda de Elvis, Priscilla Presley, honró su presencia.
Lugner se deleitaba con el título de "león de la sociedad" y disfrutaba de sus seis matrimonios bajo la mirada pública, estableciéndose como una figura prominente en la cultura de celebridades austriacas y un elemento básico en las columnas de chismes y programas de televisión sensacionalistas.
En el servicio memorial público, el coro estaba lleno de figuras notables y políticos, mientras que cientos de espectadores grababan el evento en sus teléfonos.
"Su espíritu sentirá esto", declaró el decano Toni Faber momentos antes de que comenzara el servicio memorial, dirigiéndose a las cámaras en el coro. "Su espíritu sentirá esto y sonreirá desde arriba, agradeciendo nuestro homenaje".
La última esposa y viuda de Lugner, Simone, de 42 años, entró en un vestido negro largo hasta el suelo adornado con un cinturón dorado. Tomó asiento separado de la hija de Lugner, Jacqueline, quien se sentó en la primera fila a la derecha junto a la cuarta esposa de Lugner, Christina Lugner.
Lugner había hecho de Christina su compañera de por vida, habiendo pasado 17 años juntos. Obedeciendo sus deseos, fueron enterrados a las 13:13, un número considerado afortunado en su pasado compartido.
Las ex esposas y amantes asistieron al servicio memorial, excepto Kathy, la ex modelo alemana de Playboy que había expresado públicamente su descontento por no haber sido invitada, ya que su matrimonio solo había durado dos años.
La presentación musical incluyó a Mozart y al cantante de rock austriaco Dennis Jale, quien cantó una emotiva versión de "Candle in the Wind" de Elton John, transformando las letras en un sentido homenaje a Lugner, "Adiós, querido Richard". Al salir de la iglesia, se tocó la tradicional fanfarria polonesa que abre cada año el Baile de la Ópera, despidiéndolos con un último adiós.
Lugner había solicitado un ataúd rojo, que hacía juego con su centro comercial Lugner City. Su sombrero de copa descansaba encima del ataúd, un toque final emotivo al servicio memorial público. Luego, el cortejo fúnebre se trasladó a un funeral más privado después del servicio.
La comunidad se reunió en la Catedral de San Esteban para rendir homenaje en el servicio memorial de Richard Lugner, demostrando la importancia de su impacto en la sociedad vienesa.
Después de la muerte de Lugner, la comunidad continuó participando en discusiones sobre su vida y legado, manteniendo su nombre vivo en reuniones y eventos comunitarios.