Descubren restos de un barco de vapor hundido en 1856
Hace más de 160 años, un buque de pasajeros chocó con otro barco en el Océano Atlántico, lo que provocó su hundimiento repentino. La tragedia cobró la vida de 114 personas, causando un gran revuelo a nivel internacional. Recientemente, buzos estadounidenses han descubierto fragmentos del barco desafortunado.
Recientemente, buzos de Atlantic Wreck Salvage descubrieron fragmentos del "Lyonnais", un barco de vapor de pasajeros del siglo XIX que se hundió hace casi 170 años en el Atlántico Norte. El descubrimiento se hizo a unos 320 km de la costa de Massachusetts en agosto, según el anuncio de Jennifer Sellitti. El lugar del naufragio reveló el trágico destino de los 114 pasajeros que se ahogaron. Los buzos encontraron solo restos parciales del barco.
El Océano Atlántico Norte puede ser un escenario despiadado para los naufragios debido a las corrientes poderosas y la arena movediza, señaló Sellitti. Sin embargo, una gran caldera de la máquina identificó los restos como los del "Lyonnais". El "Lyonnais" era un barco de vapor avanzado para su época construido en 1855 y puesto en servicio por la compañía francesa Compagnie Franco-Américaine en 1856. Se utilizaba comúnmente para transportar pasajeros, mercancías y correspondencia a través del Atlántico.
El 2 de noviembre de 1856, el "Lyonnais" regresaba a Le Havre desde Nueva York con 132 pasajeros a bordo cuando chocó con el barco estadounidense "Adriatic". El capitán Jonathan Durham reveló más tarde al "New York Times" que el "Lyonnais" había cambiado inesperadamente de curso, lo que provocó el choque inevitable.
Ambos barcos continuaron su viaje mientras estaban gravemente dañados. El capitán Durham logró llevar el "Adriatic" al puerto de Gloucester, Massachusetts, pero el "Lyonnais" se hundió unos días después del choque. Solo se salvaron unos pocos pasajeros, mientras que la mayoría pereció, lo que elevó el total de muertos a 114. El hundimiento del "Lyonnais" provocó una gran indignación a nivel mundial y cuestionó las regulaciones marítimas. A pesar de las afirmaciones de Durham, fue detenido y finalmente condenado en Francia. Hasta Jules Verne hizo referencia al evento en su novela "20,000 Leagues Under the Sea".
Después del choque, los esfuerzos por salvar el "Lyonnais" que se hundía fueron en vano. A pesar de la tragedia, las compañías navieras continuaron navegando por el peligroso Océano Atlántico Norte, implementando medidas de seguridad más estrictas para evitar desastres similares.