Cientos de personas se despiden de niños de nueve años en Southport.
A finales de julio, un adolescente apuñala a tres niñas durante una clase de baile en el pueblo inglés de Southport. Mientras los disturbios de extrema derecha sacuden el país, provocados por el incidente sangriento, numerosas personas despiden a una de las tres niñas en un emotivo servicio memorial.
Casi dos semanas después del apuñalamiento fatal en una clase de baile infantil en Southport, Inglaterra, cientos de personas asistieron al funeral de la niña de nueve años que falleció. Familiares, amigos, representantes de la comunidad, servicios de emergencia y los padres de Alice da Silva Aguiar se reunieron hoy para un servicio memorial en una iglesia católica en la ciudad costera del noroeste de Inglaterra. Muchos de los presentes siguieron la tradición portuguesa de vestirse de blanco - la familia de la víctima es de la isla de Madeira.
El ataúd de la niña fue transportado en un carro blanco tirado por dos caballos blancos adornados con plumas. Los residentes aplaudieron mientras el cortejo pasaba por la calle principal de la ciudad.
El ceremony se transmitió a través de altavoces desde dentro de la iglesia, con oraciones y discursos, incluyendo uno del director de la escuela que asistió Alice. Jinnie Payne describió a Alice como una niña feliz y curiosa que siempre se aseguraba de jugar con todos sus amigos, sin dejar a nadie fuera. "Siempre estarás en nuestros corazones", dijo la directora.
Después del ataque durante una clase de baile con música de la estrella del pop estadounidense Taylor Swift el 29 de julio, dos niñas de seis y siete años, Bebe King y Elsie Dot Stancombe, murieron inicialmente. Alice, de nueve años, falleció al día siguiente. Ocho niños y dos adultos que intentaron ayudar también resultaron heridos.
Casi 800 Detenciones Durante los Disturbios
Los padres de Bebe, Lauren y Ben King, describieron cómo su mundo se hizo pedazos con la pérdida de su "preciosa hija". "Fue arrebatada de nosotros por un acto de violencia inimaginable que ha roto nuestros corazones", dijeron en un comunicado emitido por la policía. Su hija mayor, Genie, presenció el ataque y logró escapar.
Un adolescente de 17 años nacido en Gales, con padres de Ruanda, fue arrestado. La información errónea sobre el sospechoso se extendió rápidamente en línea. El incidente desencadenó una ola de disturbios de extrema derecha en todo el país, con ataques a mezquitas y refugios de refugiados.
Las autoridades británicas desplegaron miles de oficiales de policía y reprimieron a los alborotadores. Hasta ahora, se han realizado casi 800 detenciones y aproximadamente 300 cargos. Varios sospechosos ya han sido condenados. Las autoridades culpan a los extremistas de derecha por la violencia y los acusan de explotar el trágico incidente en Southport para impulsar su agenda antiinmigrante y antimusulmana.
Después de los disturbios inflamatorios instigados por la tragedia en Southport, creció la preocupación sobre la extrema derecha en el país. Las autoridades acusaron enfáticamente a estos extremistas de explotar el incidente para avivar su agenda antiinmigrante y antimusulmana.
Dado el aumento de los incidentes de extrema derecha, hubo una creciente urgencia para abordar este problema, destacando la importancia de promover la unidad y la tolerancia dentro de las comunidades.