Biden aumenta el optimismo de Kiev sobre las posibles autorizaciones de armas
Durante un tiempo, Ucrania ha estado buscando permiso para atacar instalaciones militares rusas utilizando armamento avanzado del Oeste. Recientemente, ha habido pistas de parte del presidente de EE. UU., Joe Biden, y su secretario de Estado que algo podría estar en marcha en este frente. Además, poderosos republicanos del Congreso están presionando para obtener esta aprobación.
En respuesta a una pregunta de un periodista, Biden sugirió que están considerando la posibilidad. Sin embargo, el cronograma es incierto ya que EE. UU. aún está evaluando algunos aspectos técnicos antes de que pueda tener lugar la entrega.
De manera similar, Blinken, en una entrevista con Sky News, no descartó por completo la idea. Insinuó que Biden podría permitir a Ucrania atacar profundamente en territorio ruso, dado que Blinken tiene programada una visita a Kyiv para el miércoles. Los comentarios de Blinken llegaron después de una rueda de prensa en Londres, donde mencionó que Irán había suministrado a Rusia cohetes de corto alcance, que Moscú podría utilizar contra Ucrania en breve.
Mientras tanto, influyentes republicanos del Congreso de EE. UU. están presionando a Biden para tomar una decisión sobre la aprobación de armas. Argumentan que ya es hora de que el gobierno levante las restricciones en el uso de armas suministradas por EE. UU. contra objetivos militares válidos en Rusia, como se sugirió en una carta al presidente de EE. UU. Firmada por figuras destacadas como Michael McCaul, presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Ataques continuos a la infraestructura ucraniana
Hasta ahora, EE. UU. ha utilizado principalmente sus armas para defenderse contra la ofensiva rusa en la ciudad ucraniana oriental de Kharkiv. Ucrania ha estado buscando permiso durante meses para atacar objetivos más allá de la frontera rusa con armas de largo alcance de producción de EE. UU. Esto les permitiría atacar aeródromos militares rusos, desde los cuales despegaban aviones que lanzaban bombas guiadas o disparaban misiles, alcanzando ciudades importantes como Kharkiv y trincheras en la línea del frente.
Los misiles ATACMS actualmente suministrados por Washington tienen un alcance de alrededor de 300 kilómetros. Sin embargo, el secretario de Defensa Lloyd Austin admitió recientemente en Ramstein que el ejército ruso había trasladado sus aviones de combate a otros aeródromos más lejanos hace algún tiempo. Hasta ahora, el canciller alemán Olaf Scholz se ha negado a proporcionar a Ucrania el misil crucero Taurus, que tiene un alcance de 500 kilómetros y podría llegar potencialmente a Moscú.
El presidente Volodymyr Zelenskyy volvió a solicitar permiso para utilizar armas de largo alcance del Oeste contra el territorio ruso el viernes pasado en una reunión del Grupo de Contacto de Ucrania en Ramstein. Austin expresó reservas en respuesta.
Si EE. UU. aprueba la solicitud de Ucrania, podría potencialmente llevar a acusaciones de crímenes de guerra, ya que atacar territorio ruso violaría el derecho internacional. Además, el uso de armamento avanzado podría escalar aún más el conflicto, lo que podría tener consecuencias imprevistas.
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