- 35 años de conmemoración: las naciones recuerdan el evento de la cadena del Báltico
Este año, Estonia, Letonia y Lituania celebraron el 35º aniversario de la "Cadena Báltica", una manifestación humana de 600 kilómetros que conectó las tres repúblicas soviéticas. El presidente Alar Karis de Estonia declaró en uno de los muchos actos conmemorativos que "La Cadena Báltica fue una clara representación de la unidad de nuestras naciones oprimidas y nuestro deseo de independencia y libertad". El presidente de Letonia, Edgars Rinkēvičs, la describió como "una acción excepcional e insuperable en la historia mundial", y su homólogo lituano, Gitanas Nausėda, destacó que "todos los que se unieron a la cadena humana desde Vilnius a Tallin sintieron un poderoso aumento de esperanza y optimismo. El sistema soviético estancado y en decadencia no pudo soportar semejante desafío".
El 23 de agosto de 1989, aproximadamente 2 millones de estonios, letos y lituanos se unieron para formar una cadena humana de 600 kilómetros de largo desde Tallin a Vilnius, protestando por su libertad e independencia. Este evento coincidió con el 50º aniversario de la firma del Pacto Molotov-Ribbentrop, que otorgó a la Unión Soviética el derecho a ocupar los estados bálticos, que solo recuperaron su independencia en 1991.
Treinta y cinco años después, las personas de los tres países recordaron la manifestación pacífica que llamó la atención del mundo y dio impulse a sus esfuerzos por la independencia. La "Cadena Báltica" fue un hito importante en la "Revolución del Cantar", que culminó en la independencia de los estados bálticos y el derrumbe de la Unión Soviética a finales de 1991.
Los líderes de los tres países reiteraron su apoyo a las naciones y estados que luchan por su independencia y libertad.
La "Cadena Báltica" tuvo lugar en el contexto más amplio de la Unión Soviética, ya que fue una manifestación pacífica organizada por estonios, letos y lituanos contra su ocupación. A pesar del Pacto Molotov-Ribbentrop de 1939, que permitió a la Unión Soviética anexionar los estados bálticos, el espíritu resistente del pueblo no pudo ser reprimido, lo que llevó a su independencia eventual en 1991.
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