10 platos que todo visitante de Argentina debe probar
Además de inspirarse en los emigrantes italianos y españoles, los platos argentinos también incluyen ingredientes del noroeste andino y de la Patagonia, en el sur.
¿Listo para empezar a comer?
Aquí tiene 10 de los mejores platos que todo visitante de Argentina debería probar.
Empanadas
Estas empanadas, la comida callejera favorita de Argentina, son similares a la empanadilla de Puerto Rico o a la empanada de Cornualles.
Las empanadas, que se traducen como "envueltas en pan", se presentan horneadas o fritas y pueden ser vegetarianas o carnívoras.
Los rellenos más habituales son de pollo, queso y jamón, maíz dulce, queso caprese o queso azul.
La carne de vacuno, picada o cortada a mano, es siempre una opción popular, aunque los condimentos, como el comino, la cebolleta, el huevo cocido o la patata, dependen de la provincia de origen.
Busque también especialidades regionales: quinoa y queso de cabra en la provincia noroccidental de Jujuy, o cordero en la Patagonia.
¿Cómo diferenciar los sabores?
La mayoría de las empanaderías ofrecen un práctico mapa del repulgue (término utilizado para describir el método empleado para doblar los bordes de la masa) como guía de los diferentes bordes ondulados, que denotan los sabores.
Choripán
Otro éxito de la comida callejera barata y alegre, el choripán suele servirse como entrante en un asado.
Pero gracias a su forma manejable, este bocadillo de chorizo (donde el chorizo o la salchicha se alían con la sartén o el pan) es un tentempié ideal para viajeros sobre la marcha.
Puede untarlo con chimichurri, una salsa picante a base de orégano, perejil, ajo, escamas de chile y vinagre de vino tinto, o con salsa criolla, una variante de tomate, cebolla y pimiento rojo.
Aunque el chorizo suele elaborarse con carne de cerdo, en algunos restaurantes también se pueden encontrar salchichas de jabalí.
Pizza
Aunque las tartas argentinas pueden compartir algunos parecidos físicos con sus primas napolitanas, tienen forma circular y base de masa.
Ahí acaban las similitudes.
La corteza, de un centímetro de alto, tiende a ser ligera en salsa de tomate y a compensar con tanto queso mozzarella al estilo argentino que gotea por los lados.
Las guarniciones incluyen aceitunas verdes, orégano o escamas de chile seco.
Una pizza entera de queso y tomate suele llamarse simplemente una muzza.
Algunas pizzerías tradicionales de Buenos Aires venden por porciones, pensadas para comer de pie en la barra.
Los clientes también pueden pedir faina, una rebanada de panqueque de garbanzos, para absorber el pegajoso queso.
Milanesa
Otro plato argentino con influencia italiana es la milanesa, conocida como escalope en el resto del mundo.
Normalmente se elabora con pejerrey -un trozo de carne de vacuno de la parte exterior de la pierna- o pechuga de pollo, y la carne se corta a martillazos hasta obtener un corte fino antes de rebozarla en pan rallado y freírla u hornearla.
Los aderezos, sin embargo, aumentan la emoción de este plato.
A caballo lleva un huevo frito, a la napolitana queso y salsa de tomate, y a la suiza gruyere.
Los más golosos deben pedir la completa, con jamón, queso y salsa de tomate. Lo mejor es acompañarla con patatas fritas y una ensalada.
Provoleta
Este queso provolone, blando y redondo, es una experiencia gastronómica bastante insípida, hasta que se asa a la parrilla.
La provoleta, elaborada con leche de vaca, se convierte en una delicia pegajosa y es el clásico entrante de un asado argentino.
Asada en una sartén de tamaño especial o en una simple fuente de papel de aluminio, la provoleta suele cubrirse con orégano y debe quedar ligeramente crujiente por fuera pero fundida por dentro.
Para un sabor cremoso pero ácido, pruebe la provoleta de leche de cabra.
Asado
La carne de vacuno es tan tentadora en Argentina que hasta los vegetarianos sucumben a sus encantos.
La mejor manera de probarla es en un asado, que se refiere tanto a una barbacoa como a una forma tradicional de asar la carne.
Es el acontecimiento social más importante de Argentina, que reúne a amigos y familias cada fin de semana.
Los entrantes son choripanes, morcillas y provoletas, antes de pasar a las mollejas, los chinchulines y los rinones.
Para llegar al plato principal, le recomendamos que pruebe el matambrito de cerdo rociado con zumo de limón, antes de degustar uno de los diversos cortes, como el tierno ojo de bife, el bife de chorizo, que viene con una tira de grasa, el sabroso asado de tira y la sabrosa entrana.
Aunque un asado en casa de un argentino es la experiencia más legítima, algunos restaurantes sirven lo más parecido: una parrillada, una pequeña parrilla portátil con brasas que mantiene calientes los cortes.
Llama
Comer filete de llama es la norma en el noroeste argentino, ya que este camélido se adapta bien a los más de 2.000 metros de altitud de la provincia de Jujuy.
Aunque su sabor es más rústico y terroso que el de la ternera, sus niveles de grasa son más bajos, lo que lo convierte en una alternativa saludable.
Se puede degustar en empanadas, guisado o como filete independiente. Algunos restaurantes más elegantes lo utilizan incluso en carpaccio o tartar.
Humita
Consumida como aperitivo salado o como plato principal, la humita es el mejor homenaje al maíz. Los paquetes de hojas se desatan para revelar el puré de maíz del interior.
Todo el paquete se cuece al vapor o se hierve.
La humita, que se remonta a la época precolombina, se consume en toda la región andina, incluidos Chile, Bolivia y Perú.
Se elabora con maíz fresco y leche, cebolla, especias y, a veces, queso de cabra.
Locro
El locro, un guiso contundente, es un plato nacional que se sirve tradicionalmente el 25 de mayo, fecha de la Revolución de Mayo en Argentina.
Elaborado con maíz blanco, carne de vaca o cerdo, callos y chorizo colorado, además de otras verduras como judías blancas, calabaza y zapallo, y sazonado con comino y laurel, este sabroso plato es ideal para calentar el invierno.
Se puede animar con un toque de quiquirimichi, una salsa picante a base de pimentón, cebolleta y guindilla.
También merece la pena probar la carbonada, un plato similar que incluye maíz dulce servido dentro de una calabaza al horno sazonada.
Dulce de leche
Algunos argentinos dirían que lamer dulce de leche (salsa de leche caramelizada y azúcar) con una cuchara es una comida en sí misma.
Sin embargo, esta salsa dulce y pegajosa suele acompañar postres como el flan.
Un invento mejor es el helado de dulce de leche.
La ventaja es que el helado argentino es espeso y cremoso, y no tiene nada que envidiar al gelato italiano.
Para un subidón de azúcar, los conos DDL se pueden rellenar con un poco (o mucho) de salsa DDL.
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Fuente: edition.cnn.com