Whoopi Goldberg dice que no se puso un traje de gorda para 'Till', corrigiendo a un crítico
En una crítica mixta, un periodista del Daily Beast menciona a Goldberg sólo una vez, escribiendo que Goldberg llevaba "un traje de gorda que distraía" para su papel de abuela de Emmett Till. La crítica ha sido editada desde entonces para omitir esa línea e incluye una nota del editor.
"Realmente no me importa cómo te sentiste sobre la película, pero deberías saber que no era un traje de gorda", dijo Gold berg en el episodio del lunes de "The View". "Era yo. Eso eran esteroides".
Goldberg se refería a los problemas de salud que experimentó el año pasado con ciática, un tipo de dolor nervioso, por el que fue hospitalizada y empezó a usar un andador. Dijo en "The View" que en ese momento estaba tomando esteroides, que pueden utilizarse para tratar los síntomas de la ciática.
"Está bien no ser fan de la película, pero hay que dejar de lado el aspecto de la gente", dijo Goldberg.
Sin embargo, no es raro que una actriz popular y premiada en una película prestigiosa lleve un traje de gorda. Muchas estrellas se han puesto trajes de gorda, a veces de forma degradante. Desde Gwyneth Paltrow como mujer obesa en "Shallow Hal" (2001) hasta Sarah Paulson como Linda Tripp en "American Crime Story: Impeachment" del año pasado, los actores de los trajes para gordos no suelen ser gordos. Los hombres también han llevado trajes de gordo, sobre todo en papeles cómicos, como John Travolta en "Hairspray", Ryan Reynolds en "Just Friends" y Eddie Murphy en "Norbit".
Sólo este año ha habido una oleada de actores famosos con trajes para gordos: Renée Zellweger en "The Thing About Pam" y Tom Hanks en "Elvis" son dos ejemplos de ganadores del Oscar que han lucido trajes gordos para sus papeles. Emma Thompson lleva uno en la adaptación musical de "Matilda", que se estrenará a finales de este año, y en la película de la temporada de premios "The Whale", Brendan Fraser interpreta a un hombre obeso al final de su vida bajo varios kilos de prótesis.
Los espectadores suelen criticar esta práctica, sobre todo cuando un cineasta decide no contratar a un actor cuyo tipo de cuerpo ya coincide con el del personaje. En una entrevista reciente con el New York Times, el profesor jubilado e investigador de medios de comunicación J. Kevin Thompson afirmó que el uso de trajes para gordos en los medios de comunicación -sobre todo cuando los personajes representados por actores con trajes para gordos son objeto de burla o retratados bajo una luz poco favorecedora- puede ser psicológicamente perjudicial para los espectadores y que las mujeres sufren desproporcionadamente la mayor parte de ese daño.
"Estos papeles se asociaban muy a menudo con el 'humor', lo cual, por supuesto, podría no ser tan divertido si uno fuera el blanco de la broma", declaró Thompson al Times.
Por su parte, "Till" aparentemente no presenta a actores con trajes de gordo. La película, que se centra en el activismo de Mamie Till y sus aportaciones al movimiento por los derechos civiles tras el asesinato de su hijo Emmett, se estrenará el 14 de octubre.
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Fuente: edition.cnn.com