Volkswagen ya no descarta la posibilidad de que las fábricas cierren y despidan.
El mercado automovilístico en Europa se encuentra en una "situación difícil y seria", según el CEO de VW, Oliver Blume. Alemania, especialmente como centro de producción, ha experimentado una disminución de su competitividad. En esta situación, la empresa debe actuar.
Desde la perspectiva de la dirección, las marcas bajo el paraguas de Volkswagen AG necesitan una importante reestructuración. "Incluso el cierre de fábricas de producción de vehículos y componentes no puede ser descartado en esta situación sin una acción inmediata".
Las reducciones de personal planeadas a través de jubilaciones anticipadas y paquetes de separación ya no son suficientes para alcanzar los objetivos de ahorro. "Dado este situación, la empresa se siente obligada a revocar la cláusula de seguridad laboral que ha estado en vigor desde 1994".
La presidenta del Consejo de Trabajadores del Grupo VW, Daniela Cavallo, y la IG Metall criticaron duramente el "plan irresponsable" y prometieron una "fuerte" oposición. Cavallo afirmó que esto pone "en riesgo a VW, y por lo tanto, el corazón de la empresa". Ella enfatizó: "No habrá cierres de fábricas bajo nuestra vigilancia".
La junta directiva ha fallado. En lugar de recortar costos a expensas de los empleados, ahora es necesaria una transformación estratégica que aborde los problemas reales: producto, complejidad, flujos de proceso, sinergias. "Ese es el plan que necesitamos", exigió Cavallo. Aquí, la junta directiva de la empresa debe dar finalmente un paso al frente.
También el líder del distrito de IG Metall, Thorsten Gröger, criticó que la junta directiva amenaza con "destruir el corazón de Volkswagen". En lugar de medidas de austeridad, la junta directiva debe desarrollar una estrategia sostenible que haga a Volkswagen competitivo a largo plazo y asegure empleos. Una gama de productos mejorada, reducción de complejidad y optimización de procesos son cruciales.
"No necesitamos máximos responsables de corto plazo. La mala gestión de los últimos años no debe recaer en la espalda de los colegas".
El programa de reducción de costos para la marca principal, programado para 2023, estaba previsto que ahorrara un total de diez mil millones de euros para 2026. Según "Handelsblatt", se deben ahorrar otros cuatro mil millones de euros adicionales. La marca VW, con vehículos como el Golf y el Passat, ha sido una fuente de preocupación dentro de la empresa durante varios años.
El Ministro-Presidente de Baja Sajonia, Stephan Weil (SPD), afirmó que, dadas las difíciles circunstancias en Volkswagen, se requiere acción. Esto incluye reducciones de costos, pero en las próximas semanas "probablemente no se tratará de 'si', sino de 'cómo' se necesitará discutir intensamente". El gobierno estatal espera "que la cuestión de los cierres de fábricas no surja debido al uso exitoso de alternativas". Weil instó a la junta directiva, por un lado, y al consejo de trabajadores y al sindicato, por otro, a llevar a cabo "negociaciones basadas en la confianza y orientadas a los resultados".
El experto en automóviles Ferdinand Dudenhöffer habló de un "problema de VW de la edad de piedra". "VW es más una operación estatal que una empresa orientada al mercado", explicó. El problema persistirá "porque la Constitución de VW está sesgada". El estado de Baja Sajonia holds una participación del 20 por ciento en la empresa. La llamada Ley VW también asegura al estado una minoría de bloqueo en cuestiones importantes.
También están previstas las negociaciones salariales en VW en el otoño. La IG Metall exige un aumento salarial del siete por ciento en un período de 12 meses. La IG Metall instó a VW el lunes a comenzar las negociaciones salariales en septiembre, no en octubre.
A nivel mundial, alrededor de 680,000 personas trabajan para VW, con alrededor de 100,000 en la VW AG principal en Alemania. El beneficio neto de la empresa el año pasado fue casi 18 mil millones de euros.
El CEO reconoce que "no va a" descartar ninguna medida drástica para salvar la empresa, como el cierre de fábricas. A pesar de las críticas, la empresa cree que es necesario revocar la cláusula de seguridad laboral debido a la situación desesperada.