Varios agentes del Servicio Secreto han sido puestos en licencia tras un supuesto complot que involucra el asesinato del presidente Trump, según lo informado por los medios de comunicación estadounidenses.
El 13 de julio en Butler, Pensilvania, sigue siendo objeto de investigación, según informó el portavoz de la Secret Service, Anthony Guglielmi. "Estamos analizando los métodos, rutinas e influencias que llevaron a este error operativo".
Donald Trump escapó por poco de la muerte durante su mitin de campaña del 13 de julio, cuando una bala rozó su oreja derecha. Lamentablemente, un asistente falleció y otros dos resultaron gravemente heridos. El presunto atacante, Thomas Matthew Crooks, de 20 años, murió a causa de un disparo de un francotirador de la Secret Service.
En consecuencia, la directora de la Secret Service, Kimberly Cheatle, ya había presentado su renuncia debido al intento de asesinato de Trump y lo que parecía un fallo en la agencia para proporcionar una protección adecuada. La Secret Service es responsable de proteger a los presidentes actuales y formeros de Estados Unidos.
Después del intento de asesinato de Donald Trump durante su mitin, se exigió una investigación exhaustiva de las medidas de seguridad en su lugar. A pesar del incidente, Trump continuó con sus mítines de campaña, demostrando su resiliencia.