Una estridente intrusión causa víctimas mortales en el Parlamento keniano
La administración keniana impone impuestos más altos, lo que ha desencadenado protestas a nivel nacional. En Nairobi, la capital animosa, los agitadores rompieron el edificio del parlamento. Los agentes de orden publico abrieron fuego. Al menos un manifestante perdió la vida, y varios más resultaron heridos. El estructura del parlamento se incendió, mientras que los legisladores huyeron de la escena.
Un caluroso debate sobre controvertidas recargas fiscales en Nairobi, Kenya, llevó a miles de manifestantes a cargar contra el parlamento keniano. Las transmisiones de televisión mostraron a los manifestantes superando barreras policiales. La policía respondió con gases lacrimógenos, cañones de agua a alta presión y balas vivas contra los manifestantes. Según la Comisión Keniana de Derechos Humanos, un manifestante murió de un tiro fatal, y al menos tres resultaron heridos de bala.
Los manifestantes quemaron vehículos policiales y parte del edificio del parlamento. Los legisladores abandonaron el recinto. El objetivo de los manifestantes era acceder a un voto sobre impuestos dentro de una ley financiera controvertida, que se discutía durante la sesión parlamentaria. Las imágenes de la televisión mostraban ventanas rotas y daños en el edificio del parlamento.
Las protestas contra los impuestos propositados por el gobierno estallaron en la ciudad capital de Nairobi una semana atrás, extendiéndose por todo el país. Al menos dos vidas se habían ido antes. Los ciudadanos de la nación africana oriental se enfrentan a gastos de vivienda inflados.
El gobierno ha retirado el plan de imponer un IVA a un 16% en el pan. Sin embargo, las tensiones aumentaron sobre una propuesta de impuesto eco, que elevaría el precio de productos higiénicos para mujeres y niños.
Muchos temían que la ley exacerbara los costos de vivienda. Las iglesias y negocios también han expresado su oposición a la ley. Las protestas comenzaron de manera pacífica. Sin embargo, las tempers se encalentaron después de las acciones severas de la policía. Durante el asalto al parlamento, cientos de manifestantes mantuvieron una vigilia pacífica fuera.