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Un topo ciego que nada por la arena ha sido redescubierto después de casi 100 años

El topo dorado de De Winton ha sido redescubierto en Sudáfrica, 87 años después de que los expertos en fauna salvaje temieran que se hubiera extinguido.

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Un topo ciego que nada por la arena ha sido redescubierto después de casi 100 años

Tras dos años de búsqueda basada en muestras de ADN y un perro rastreador, un equipo de conservacionistas y genetistas del Endangered Wildlife Trust (EWT) y la Universidad de Pretoria han localizado con éxito al topo dorado de De Winton entre las dunas del noroeste del país.

Esta escurridiza especie no había sido avistada oficialmente desde 1936, y antes sólo se encontraba en la pequeña región de Port Nolloth, en el norte del Cabo. Del tamaño de un ratón o un hámster y con un pelaje brillante que imita la arena, son difíciles de ver en los mejores momentos. Además, viven en madrigueras inaccesibles, rara vez dejan túneles tras de sí y tienen un oído muy sensible que detecta movimientos desde la superficie.

Para detectar la especie, los científicos se basaron en muestras de ADN ambiental (ADNe), es decir, el ADN que los animales desprenden al moverse por el medio ambiente, como las células de la piel, el pelo o las heces.

"Extraer ADN del suelo no está exento de desafíos, pero hemos estado perfeccionando nuestras habilidades y refinando nuestras técnicas -incluso antes de este proyecto- y estábamos bastante seguros de que si el topo dorado de De Winton estaba en el medio ambiente, podríamos detectarlo encontrando y secuenciando su ADN", dijo Samantha Mynhardt, genetista de conservación de Endangered Wildlife Trust y la Universidad de Stellenbosch, en un comunicado de prensa.

Durante una expedición en junio de 2021, el equipo inspeccionó hasta 18 kilómetros (11 millas) de hábitat de dunas al día, y -con la ayuda de un perro entrenado para detectar olores llamado Jessie- recogió más de 100 muestras de suelo de sitios a lo largo de la costa noroeste donde se detectó actividad del topo dorado. A partir de ahí, determinaron que en la zona había varias especies de topos dorados.

El reto consistía en determinar si el topo dorado de De Winton era una de ellas. Las especies comunes, como el topo dorado del Cabo y el topo dorado de Grant, eran fácilmente identificables, pero como sólo había un ADN de referencia del topo dorado de De Winton, el equipo no podía identificarlo con seguridad. Tuvieron que esperar casi un año hasta que se hizo pública una segunda secuencia genética de la especie, procedente de un espécimen conservado en un museo de Ciudad del Cabo.

Bingo, había una clara coincidencia.

Se temía que el topo dorado de De Winton, una especie de Sudáfrica, se hubiera extinguido, ya que los científicos no lo habían visto desde 1936... hasta ahora.

El equipo estaba eufórico. "Aunque mucha gente dudaba de que el topo dorado de De Winton siguiera existiendo, yo tenía fe en que la especie aún no se había extinguido", afirma Cobus Theron, director de conservación del EWT y miembro del equipo de búsqueda, en el comunicado de prensa.

Esta semana se ha publicado en la revista Biodiversity and Conservation un artículo en el que se detallan los hallazgos del equipo. En él se señala que, aunque el muestreo demostró que la especie puede estar extendida por la costa occidental, su abundancia es baja y podría estar amenazada por la pérdida de hábitat debida a la extracción de diamantes en la zona. Añade que las medidas de conservación son "tanto críticas como urgentes" para proteger las poblaciones.

El proyecto del topo dorado se realizó en colaboración con el grupo conservacionista Re:wild, dentro de su programaSearch for Lost Species (Búsqueda de especies perdidas), cuyo objetivo es localizar especies cuya situación no está clara. El topo dorado de De Winton es la undécima de sus "especies perdidas más buscadas" redescubierta desde el lanzamiento del programa en 2017.

Christina Biggs, gerente de la Búsqueda de Especies Perdidas, dijo en el comunicado que el éxito de la búsqueda habla de la persistencia del equipo de EWT: "No dejaron ningún arenal sin remover y ahora es posible proteger las áreas donde viven estos topos amenazados y raros".

El método de detección también podría aportar esperanzas para futuras misiones en todo el mundo. "Ahora no sólo hemos resuelto el enigma, sino que nos hemos adentrado en esta frontera del ADN electrónico donde hay una enorme cantidad de oportunidades no sólo para los topos, sino para otras especies perdidas o en peligro", dijo Theron.

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Fuente: edition.cnn.com

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