Un hongo cutáneo amenaza a la salamandra de fuego
La salamandra de fuego se arrastra tranquilamente por el musgo. No es uno de los anfibios más rápidos y llama inmediatamente la atención por su dibujo negro y amarillo. Pero aquí no tiene nada que temer: La salamandra vive en un recinto del zoo de Núremberg. Hace algún tiempo, sin embargo, estuvo en grave peligro. Estaba infectada por el hongo de la piel Bsal (Batrachochytrium salamandrivorans), también conocido como hongo de las salamandras o peste de las salamandras, que suele ser mortal.
Sin embargo, la salamandra de fuego y cuatro de sus congéneres tuvieron suerte. Los ecologistas las encontraron en el bosque de Steigerwald, al norte de Baviera, y las llevaron al zoo de Núremberg. Allí, el veterinario Hermann Will pudo curarlos. Los anfibios infectados pasaron dos semanas en un armario calefactor, a una temperatura de 25 grados, que mata el hongo y que las salamandras de fuego apenas pueden soportar, como explica Will. "Sobrevivieron bien al tratamiento".
Desde entonces, las salamandras de fuego viven en un pequeño terrario al aire libre en el zoo de Núremberg y probablemente seguirán allí. No es posible liberarlas de nuevo en el Steigerwald, dice Will. Los animales recuperados no son inmunes a una nueva infección. Por ello, el zoo quiere aprovechar la ocasión para establecer un programa de cría para la conservación de la salamandra de fuego. La salamandra de fuego está en peligro de extinción en Baviera y figura en la Lista Roja de Especies Amenazadas de Alemania.
Los niños conocen a la salamandra de fuego (Salamandra salamandra) como el personaje de dibujos animados "Lurchi", que hace publicidad de una marca de zapatos. Con su llamativo dibujo -manchas amarillas sobre un fondo negro lacado- no sólo es especialmente bonita a la vista, sino que además es el anfibio de cola más grande de Alemania, con hasta 20 centímetros de longitud. Según la Sociedad Alemana de Herpetología y Terrariofilia (DGHT), es probablemente la especie de anfibio más conocida del país.
Varios peligros
Sin embargo, es probable que la mayoría de la gente nunca la haya visto en libertad. La salamandra de fuego es principalmente nocturna y se siente más a gusto en los bosques caducifolios mixtos seminaturales de las sierras bajas con pequeños arroyos y estanques donde puede depositar sus larvas. Sin embargo, este hábitat está desapareciendo.
El cambio climático también está causando problemas a las salamandras de fuego. "La sequía les está causando problemas", explica Malvina Hoppe, de la organización de conservación de la naturaleza LBV. "Si los pequeños arroyos y estanques se secan antes de que las larvas se hayan desarrollado, la situación se vuelve crítica". También está el mortal hongo de la piel Bsal. En la región del Ruhr ha provocado una extinción masiva, explica el profesor de biogeografía Stefan Lötters, de la Universidad de Tréveris. Lleva mucho tiempo investigando la plaga de salamandras, pero aún ve muchas preguntas sin respuesta.
El hongo de la piel, originario de Asia, llegó probablemente a Europa a través del comercio de animales, afirma Lötters. Se detectó por primera vez en los Países Bajos en 2010, y más tarde en Alemania, Bélgica y España. En Alemania, el hongo se encuentra en la región del Ruhr, Eifel, Steigerwald y Allgäu. En el Allgäu, donde no hay salamandras de fuego, ataca a los tritones, pero estos no mueren por su causa.
Aún queda mucho por investigar
Desde el punto de vista de Lötter, sigue siendo un misterio por qué no se ha producido aún una extinción masiva en el Steigerwald como en la cuenca del Ruhr. "Mi suposición es que allí existe una variante diferente del hongo que no es tan agresiva. Pero no tenemos datos al respecto". Tampoco está claro desde cuándo está presente el Bsal en las regiones afectadas. "Tenemos pruebas de que apareció cerca de Aquisgrán ya en 2004. Pero hoy ya no se encuentra allí". Lötters concluye: "De alguna manera, el hongo parece ser capaz de desaparecer de nuevo". Pero aún se desconoce cómo.
Según Lötters, no hay peligro de que la salamandra de fuego se extinga pronto en Alemania. "Pero creemos que estamos asistiendo a la propagación del Bsal". Por eso cree que tiene sentido ayudar a conservar la especie con poblaciones cautivas. "Hasta que sepamos más sobre el hongo, cómo podemos combatirlo o se extinga", dice Lötters.
Varias estaciones de cría
Actualmente, en el zoo de Núremberg sólo hay sitio para unas pocas salamandras de fuego. Sin embargo, se está planificando un gran recinto exterior. El zoo de Wuppertal ya ha puesto en marcha en primavera un proyecto piloto con la universidad y la Autoridad de Conservación de la Naturaleza de la Baja Austria, en el que se capturan salamandras de fuego y sus larvas en la naturaleza, se les hacen pruebas de Bsal y se trasladan al centro de cría tras un periodo de cuarentena.
Otros zoológicos y cuidadores privados de Alemania participan también en un programa de cría para la conservación coordinado por la organización Citizen Conservation. Esta organización fue fundada por la DGHT, la Asociación de Jardines Zoológicos y la iniciativa Frogs & Friends. Más de 150 salamandras de fuego en 16 recintos participan actualmente en el programa, explica Johannes Penner, director del proyecto. En su opinión, es importante actuar de forma proactiva. Al fin y al cabo, se desconoce la amenaza real que supone el Bsal. La última clasificación de la salamandra de fuego en la Lista Roja data de 2020, pero no se tuvo en cuenta el hongo de la piel.
Sin embargo, también hay buenas noticias: "El hongo en sí se propaga muy lentamente", dice Lötters. "Así que tiene que haber vectores". Por ejemplo, animales del bosque o personas que transportan las esporas de un lugar a otro. Al menos esto último se puede evitar: la asociación bávara de conservación de la naturaleza LBV pide a todos que permanezcan siempre en los caminos de los puntos calientes de Bsal y que desinfecten el calzado y los neumáticos de coches y bicicletas para evitar la propagación de las esporas.
Fuente: www.dpa.com