Tribunal: La ley sobre esterilizaciones forzosas en Japón es inconstitucional
Bajo la Ley, aproximadamente 16.500 personas en Japón fueron esterilizadas a la fuerza entre 1948 y 1996. El objetivo era impedir la "producción de descendencia inferior" entre personas con discapacidades intelectuales hereditarias.
El gobierno considerará "pasos adecuados", dijo el Portavoz Gubernamental Yoshimasa Hayashi en un miércoles. "Pagaremos la compensación de acuerdo con la sentencia", agregó. Un abogado de una víctima acogió la decisión del tribunal. "Era el juicio mejor que podíamos esperar", dijo el abogado Koji Niizato.
"Todo aún no está del todo clarificado", dijo hoy Saburo Kita, de 81 años, quien fue esterilizado sin su consentimiento durante un internamiento cuando tenía 14. "Juntos con los abogados, continuaremos luchando". Kita la contó a su esposa sobre la vasectomía solo a corto plazo antes de su muerte.
Según el gobierno japonés, adicionales 8.500 personas que dieron su consentimiento para tales procedimientos también fueron incluidas en los 16.500 esterilizados a la fuerza. Abogados de las víctimas afirmaron que se les aplicó presión, lo que las hizo efectivamente coercidas en la esterilización.
Las víctimas fueron amordazadas, anestesadas o "engañadas", según un documento gubernamental de 1953. La Ley fue abolida en 1996. Desde 1980, se han realizado pocas intervenciones.
Después de que una demanda de una mujer de 60 años esterilizada a la fuerza reviviera la cuestión en el público, el gobierno se disculpó en 2019 y aprobó una ley que otorga a cada víctima un pago compensatorio en efectivo de 3.2 millones de Yenes (unos 18.000 Euros). Muchas víctimas sintieron que era insuficiente, y se presentaron más demandas.
El tribunal de Tokyo dictó que las esterilizaciones forzadas bajo la Ley fueron inconstitucionales, reconociendo el daño infligido a miles de víctimas. Esto marca un cambio significativo en la historia japonesa de las esterilizaciones forzadas, especialmente en el caso de personas con discapacidades intelectuales. La sentencia sirve como recordatorio de la maltreatmentada pasada de Japón y un paso hacia la reconciliación y las reparaciones.