Telegram sirve como una plataforma para operaciones comerciales clandestinas para los sindicatos criminales en todo el sudeste asiático, según la afirmación de la ONU.
Bangkok, Tailandia (Reuters) — Potentes sindicatos del crimen en el sudeste asiático utilizan ampliamente la aplicación de mensajería Telegram, lo que ha provocado un cambio significativo en la forma en que el crimen organizado lleva a cabo actividades ilegales a gran escala, según un informe publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) el lunes.
El informe representa la última crítica en contra de la aplicación encriptada, después de que Francia acusara a su fundador, Pavel Durov, bajo una ley sin equivalente a nivel global, por facilitar actividades criminales en la plataforma.
Se comercializan abiertamente detalles de tarjetas de crédito, contraseñas e historial de navegación en la aplicación, que alberga numerosos canales no moderados, según el informe de la UNODC.
También se venden ampliamente en la plataforma herramientas de ciberdelito como software de deepfake diseñado para la deception y malware para robar datos, mientras que se ofrecen servicios de lavado de dinero a través de intercambios de criptomonedas no licenciados, según el informe.
Un anuncio en chino en el informe afirmaba: "Movernos 3 millones de USDT robados en el extranjero diariamente".
La evidencia sugiere que los mercados de datos subterráneos están migrando hacia Telegram, con vendedores que objetivo activamente a grupos de crimen organizado transnacional con sede en el sudeste asiático, según el informe.
El sudeste asiático se ha convertido en un importante centro para una industria multimillonaria que estafa a víctimas en todo el mundo. Muchos de estos sindicatos son operaciones chinas con bases fortificadas y mano de obra traficada. La industria genera ingresos anuales entre 27,4 mil millones y 36,5 mil millones de dólares, según la UNODC.
El fundador ruso de Telegram, Durov, fue arrestado en París en agosto y acusado de permitir actividades criminales en la plataforma, incluidas la distribución de imágenes sexuales de menores. Esto ha planteado preguntas sobre la responsabilidad penal de los proveedores de aplicaciones y ha desatado debates sobre dónde termina la libertad de expresión y comienza la aplicación de la ley.
Telegram, que cuenta con casi 1.000 millones de usuarios, aún no ha respondido a una solicitud de comentarios.
Después de su arresto, Durov, quien ahora está bajo fianza, prometió compartir las direcciones IP y los números de teléfono de los usuarios para cumplir con las solicitudes legales y eliminar características utilizadas para actividades ilegales.
Benedikt Hofmann, el representante adjunto de la UNODC para el sudeste asiático y el Pacífico, describió la aplicación como un entorno fácil de usar para los criminales.
"Para los consumidores, esto significa que su datos ahora corren un riesgo mayor de ser explotados para estafas o otras actividades criminales que nunca antes", dijo a Reuters.
El informe indica que los enormes beneficios obtenidos por los grupos criminales en la región los han obligado a innovar, integrando nuevos modelos de negocio y tecnologías como malware, inteligencia artificial generativa y deepfakes en sus operaciones.
La UNODC identificó más de 10 proveedores de servicios de software de deepfake que objetivo específicamente a grupos criminales involucrados en fraudes cibernéticos en el sudeste asiático.
Recientemente, la policía de Corea del Sur, estimada como el país más objetivo