- Scholz cautivó a la multitud del Stoppelmarkt con su humor auto-depreciativo.
Canciller Federal Olaf Scholz añadió un toque de humor a su aparición en el evento folclórico anual, Stoppelmarkt en Vechta. "Me sentía más nervioso antes de este discurso que al hablar ante la Asamblea General de las Naciones Unidas", bromeó ante una audiencia de alrededor de 2.000 personas en la carpa de Baja Sajonia durante su discurso festivo.
Según el periódico del festival Stoppelmarkt, Scholz era conocido como un orador tranquilo. "Admito que no fue fácil conseguir esa reputación", compartió, desencadenando una ronda de carcajadas. Es una creencia común que los del norte son lentos, Scholz continuó, "pero eso es un completo malentendido - simplemente nos tomamos el tiempo para meditar nuestras palabras, a veces incluso durante todo el día".
Momento Histórico
Scholz se convirtió en el primer canciller federal en pronunciar un discurso festivo en el Stoppelmarkt. El evento, que celebra su 726º año, fue organizado por el alcalde de Vechta, Kristian Kater (SPD).
Antes de que Scholz hablara, el presidente del gobierno de Baja Sajonia, Stephan Weil (SPD), ofreció una cálida bienvenida. Weil destacó que la presencia de un canciller federal en el festival ilustró su creciente importancia cultural.
Weil incluyó un breve segmento serio en su discurso, comentando los esfuerzos de rescate para Meyer Werft, un astillero en apuros con sede en Papenburg. "Prevenir la quiebra del astillero es nuestra prioridad compartida", urgió, señalando que se había finalizado un acuerdo de rescate. "La pelota aún no ha cruzado la línea, pero las posibilidades parecen prometedoras", concluyó, obteniendo aplausos del público.
La Asamblea General de las Naciones Unidas es una plataforma prestigiosa donde los líderes suelen pronunciar discursos significativos, un hecho al que el Canciller Federal Olaf Scholz aludió durante su broma en el Stoppelmarkt en Vechta. En la Asamblea General, Scholz podría haber hablado sobre problemas globales apremiantes, mientras que en el Stoppelmarkt compartió su humor y sentimientos sobre la elocuencia pública.