Putin obtiene una alianza de defensa similar a la OTAN y un impulso de imagen con su visita a Corea del Norte.
Recientemente, Putin ha sufrido exclusion en reuniones internacionales debido a una orden de la Corte Penal Internacional por sus acciones en Ucrania. Sin embargo, recibió una recepción entusiasta en Pionyang esta semana. Hordas de niños sacaban banderas rusas, y la imagen de Putin adornaba el patio Kim Il Sung, lo que mostraba que su influencia no había decaído en ciertas regiones.
En contraste a China, Putin no fue relegado a un papel secundario en esta reunión. La retórica y el "pacto estratégico integral" firmado por los dos líderes dejó en claro su intención de unirse contra lo que Putin llamó la "política imperialista de Estados Unidos y sus aliados."
Este pacto parece contener una disposición similar a la Cláusula V de NATO, según la cual, según Putin, garantiza "ayuda mutua en el caso de agresión contra uno de los partidos a este acuerdo."
Putin acusó a Occidente de violar compromisos internacionales al suministrar F-16 y otros armas a Ucrania, insinuando un posible aumento de la cooperación militar-técnica con Corea del Norte.
Este supuesto asistencia militar entre las dos naciones podría escalar las tensiones con sus vecinos y el Oeste, levantando preguntas sobre si ahora el deterrente nuclear de Rusia extiende a Corea del Norte, y viceversa. El pacto no proporciona detalles específicos sobre estos asuntos.
Jo Bee-yun, investigadora asociada del Instituto Coreano de Análisis de Defensa, describió el acuerdo como un edificio sobre lo que han estado desarrollando durante meses y años, pero subrayó que la cláusula incluida es preocupante.
Hay también la preocupante cuestión de si esta "cooperación militar-técnica" podría llevar a la fabricación de armas adicionales en Corea del Norte y enviarlas a las líneas de combate en Ucrania. Ambas Rusia y Corea del Norte han negado que esto suceda, pero Rusia ha criticado anteriormente las sanciones de las Naciones Unidas dirigidas a impedir que Corea del Norte exporte armas.
Los medios rusos aprovecharon esta oportunidad para tomar palizas al Oeste, con cabeceras como "El Oeste se preocupa por la visita de Putin a Corea del Norte" apareciendo en Moskovsky Komsomolets, un periódico nacional diario. El propagandista ruso Vladimir Solovyov burlonamente cuestionó las preocupaciones occidentales y sugirió que estaban inquietos porque Rusia se relacionaba con su vecino. Solovyov también amenazó ominosamente que "estamos viviendo ya en una Tercera Guerra Mundial."
Este comentario podría indicar que Rusia ahora necesita más que solo bravura nuclear para detener al Oeste de apoyar a Ucrania. La reunión con Kim Jong Un y la firma de este pacto coinciden con la anticipada entrega de armas estadounidenses a Ucrania y el deshielo de restricciones en su uso contra Rusia. Rusia también necesita armas para mantener su estrategia de cansar y desgastar a Ucrania.
Aunque no esté en el interés estratégico de Rusia directamente financiar o mejorar tecnológicamente las capacidades nucleares de Corea del Norte y provocar a China, quizás quiera que el Oeste crea que está dispuesto a hacerlo.