¿Por qué no un coche de colores?
Las carreteras alemanas son grises, porque la mayoría de los compradores de coches van a lo seguro a la hora de elegir el acabado de la pintura. Hace unas décadas, las carreteras eran mucho más coloridas. El actual predominio de los colores opacos se debe también al gran número de coches de empresa.
"¿Qué coche conduce?" "Uno azul". El rancio tópico sobre la gente a la que no le interesan los coches tiene un fondo de verdad: el color de la carrocería define un coche para el observador mucho más que la potencia o la cilindrada. Por eso es importante pensar un poco en el color del coche de tus sueños a la hora de comprarlo. Un consejo: no siempre tiene que ser plateado.
Gris, negro, blanco: hasta la fecha, el 78,7% de los coches nuevos matriculados en Alemania estaban pintados en alguno de estos colores. Los tonos coloridos son raros y adornan sobre todo coches pequeños descarados y deportivos extrovertidos, rara vez crossovers y casi nunca berlinas de lujo. Alena Gersonde, diseñadora de Mazda, no cree que el dominio monocromo sea malo en sí, pero siempre se alegra de ver un poco de colorido. "Los colores vivos pueden quedar muy bien en un coche. Pero hay que pensar si uno quiere verse invadido por semejante muro de color, sobre todo en vehículos grandes", explica el especialista en color del centro de diseño europeo de la marca.
Coches de empresa, pero no demasiado llamativos
Hace medio siglo, el paisaje urbano alemán era aún más colorido. Predominaban los tonos naranja, verde y amarillo, mientras que el blanco o el gris solían ser los colores de las furgonetas de reparto, los coches familiares de los comerciantes y otros vehículos utilitarios. A medida que la practicidad y el purismo se iban imponiendo en el diseño de los coches, los colores también iban desapareciendo.
Además, el fenómeno de los coches de empresa, que ahora representan dos tercios de todas las ventas de coches, se hizo cada vez más frecuente en Alemania. Muchas empresas excluyen los colores chillones y llamativos en sus contratos de vehículos. No sólo por razones de imagen, sino sobre todo por el valor de reventa. Cuanto más aumentaba la durabilidad media de los vehículos, más importante era que un posible nuevo propietario no se sintiera desanimado por una elección de color demasiado extrema.
Por eso, quien compra un coche nuevo debe pensar también en el futuro. Si todavía se necesita una pintura especialmente extravagante, el wrapping puede ser una alternativa. La capa de plástico puede retirarse sin dejar rastro cuando se revende el coche, de modo que la pintura original, que puede ser más opaca, puede volver a quedar al descubierto.
Lo bonito puede ser aún más elegante
Pero no todos los colores más allá del negro y el gris son asesinos del valor residual. En muchos casos, la pintura adecuada puede hacer que un coche bonito sea aún más elegante. "Si tengo un diseño de carrocería con líneas muy claras y nítidas, puedo resaltarlas perfectamente con pinturas metalizadas o de efecto perlado, por ejemplo", aconseja Gersonde. Las listas de sobreprecio de los fabricantes de coches incluyen ahora muchas pinturas de efecto y especiales que tienen un brillo mate o cambian de color según la incidencia de la luz.
Si quieres seguir las tendencias cromáticas actuales a la hora de comprar un coche, los fabricantes ofrecen actualmente muchos tonos azul claro y verde. Y también varios tonos de blanco y plata. Según Gersonde, los colores de pintura fríos y sobrios tienden a dominar en general. A ello contribuyen también los coches eléctricos, cuyo aspecto suele ser especialmente puro y limpio. "Sin embargo, sospecho que esta tendencia cambiará en algún momento y que la paleta de colores volverá a ser más expresiva y valiente", predice Gersonde. En la IAA de Múnich, por ejemplo, ya se exhibieron muchos modelos nuevos de color rojo.
Ventajas de los colores claros
Más allá de la propia sensibilidad estética, hay que tener en cuenta algunos aspectos a la hora de elegir un color. Por ejemplo, los coches de colores claros en tonos azules o plateados suelen parecer más limpios y nuevos porque los arañazos y el polvo son menos visibles en su pintura que en los modelos más oscuros. Si quieres un coche negro de aspecto impecable, tendrás que lavarlo con regularidad.
Otro punto es la seguridad: los coches claros o de colores vivos suelen ser más fáciles de ver en el tráfico. Los coches negros y grises desaparecen rápidamente entre las sombras de árboles y edificios al anochecer o con luz tenue. Por último, pero no por ello menos importante, influyen los costes de reparación. Aunque las pinturas metalizadas y de otros efectos son relativamente resistentes gracias a su capa transparente, volver a pintar o repintar resulta bastante caro.
Sin embargo, como ocurre con la mayoría de los bienes de consumo, al final se permite casi cualquier cosa que atraiga y se ajuste al presupuesto. Sin embargo, los diseñadores de automóviles de la mayoría de los fabricantes hacen una preselección, a menudo tienen colores favoritos y destierran de la gama tonos totalmente inadecuados. Al menos en Mazda, esto también se aplica a la combinación de diseño interior y exterior. Si dos colores chocan demasiado, no se pueden pedir juntos. Como comprador de un coche, difícilmente puedes cometer errores realmente graves al elegir un color de pintura.
Fuente: www.ntv.de