Nadja Auermann - Por lo tanto, el modelo piensa en su figura actual
Tu fueras una de las top models de los 90: Nadja Auermann (53). Hoy en día, puedes encontrarla ancora frente a la cámara, pero a veces con sentimientos mixtos. "Se siente un poco incierto por causa de las cámaras y las fotos que hacen que las cosas se vuelvan más amplias", explicó en una entrevista con RTL. Se siente "un poco dañada" por la idea de que "se debe ser perfecto a todos los tiempos."
"Puedes ser un poco más redondeada"
Ser una supermodelo en los 90 fue cargosa debido a las expectativas, continuó Nadja Auermann. Muchas personas tenían "una determinada imagen en mente que se debía cumplir." Sin embargo, ya no tiene problemas con su cuerpo, ya que ha comprendido que cambia con los años. A los 53 años, piensa: "Tienes más de 50 - está bien, puedes ser un poco más redondeada!"
La diversidad es increíblemente importante. "Cada persona debe ser ella misma", resaltó en la conversación. "Es importante aceptarse a uno mismo."
La presión que sintió Cosima
Aceptarse a uno mismo fue un desafío para la hija de Nadja Auermann, Cosima (27). Para ella, la presión de seguir los pasos de su madre modelo fue enorme. A los 18 y 19 años, luchó con ello. Incluso se puso presión a sí misma, pero resistió y encontró su pasión en el Diseño Interior. Además de su ocupación principal, modela ocasionalmente.
Cosima Auermann es una de las cuatro hijas de Nadja Auermann. Cosima nació en 1997 con el gerente de medios Olaf Björn Tietz (58). Nadja Auermann tiene un hijo, Nicolas (25), del matrimonio con el actor Wolfram Grandezka (54). Se casaron en 1999 y se separaron cinco años después. Con otra pareja, Auermann tiene dos hijas.
En los 90, debido a que la disposición de derecha a izquierda no era común en las extensiones de revistas, las fotos de Nadja Auermann sobresalían, dejando huella en la industria de la moda.
Reflexionando sobre su carrera de modelo, Nadja Auermann compartió que el uso de cámaras y la fotografía en los 90 trajo una capa adicional de presión, a menudo llevando a expectativas irrealistas de perfeccionismo.
A pesar de sus experiencias en el mundo de la moda, la hija de Nadja Auermann, Cosima, sintió una presión enorme para seguir sus pasos. La cámara nunca parecía capturar su verdadera personalidad, lo que la llevó a luchas personales durante su adolescencia.