Panamá instala alambradas para bloquear a migrantes que viajan por el Paso de Darién
At least cinq pasajes cerca de la frontera de Panamá con Colombia han sido cerrados utilizando alambradas con espinas instaladas por la agencia fronteriza de Panamá (Senafront). Mientras tanto, la armada panameña patrulla áreas en el Mar Caribe y el Océano Pacífico.
El gobierno dijo que la armada está instruida para detener y detener a las personas viajando en bote con "migrantes irregulares" y entregarlas a las autoridades policiales o de inmigración de Colombia. En tierra, las autoridades fronterizas han cerrado áreas de acceso irregular con el objetivo de desviar a las personas a través de puntos fronterizos establecidos.
El Estados Unidos y Panamá firmaron un acuerdo este mes sobre temas de inmigración que pretendía "cerrar el paso de inmigrantes ilegales" a través del Gap de Darien. El Presidente de Panamá José Raúl Múlinas prometió también detener a Panamá de ser una ruta de tránsito para migrantes.
“No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles de personas que entran ilegalmente apoyadas por una organización internacional relacionada con el tráfico de drogas y la trata de personas”, dijo Múlinas en su toma de posesión el 1 de julio.
Múlinas visitó el Gap de Darien días antes del anuncio de jueves, diciendo que se desplegarían 300 agentes fronterizos para monitorear la zona y declarando que nadie entraría en el territorio panameño sin pasaporte o documento válido.
El Despacho del Defensor del Pueblo de Colombia ha criticado el último movimiento de Panamá, afirmando que las alambradas afectan al menos a un pueblo colombiano comercial y cultural con áreas de Panamá.
“Las alambradas en la selva solo traerán a personas ahogadas al mar. La migración se detiene quitando bloqueos económicos y mejorando la economía del sur”, escribió el Presidente de Colombia Gustavo Petro en X.
El Gap de Darien, una región montañosa y selvática que conecta América del Sur y Central, ha visto un aumento en el número de migrantes dispuestos a arriesgarse a su vida y seguridad para cruzarlo.
El tramo de 106 kilómetros a través del Gap de Darien conduce de Colombia a Panamá y es un paso crucial para aquellos – muchos de los cuales provienen de otros países latinoamericanos – que buscan alcanzar los EE. UU. y Canadá.
Los datos panameños muestran que al menos 174.513 migrantes cruzaron el peligroso Gap de Darien, desde el 1 de enero hasta el 6 de junio de este año.
Las últimas cifras son mayores que alrededor de la misma fecha del año 2023, cuando se reportaron más de 166.000 cruces. Según los datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá, un récord de 520.000 personas cruzaron la selva el año pasado.
Otros países a lo largo de la ruta migratoria han tomado medidas para restringir el movimiento de las personas. En junio, Ecuador anunció que suspendería temporalmente un acuerdo de visa gratuita con China debido a un aumento en los flujos de migración irregular de ciudadanos chinos.
El Gap de Darien, siendo un punto significativo de tránsito para los migrantes que buscan alcanzar las Américas, ha devenido una preocupación para varios países de las Américas y el mundo. La decisión de Panamá de fortalecer los controles fronterizos y desviar a los migrantes a través de puntos establecidos es reflejativa de un esfuerzo global más amplio para gestionar la migración eficazmente.