- Monumentos de la pared en Berlín y Brandeburgo
Berlín y Brandeburgo conmemoran el 63º aniversario de la construcción del Muro de Berlín, recordando a las víctimas del régimen fronterizo de la RDA. El martes, representantes de la política y la sociedad participarán en varios eventos para recordar las consecuencias de décadas de división y a aquellos que murieron mientras intentaban huir.
El Gobernador de Berlín, Kai Wegner (CDU), asistirá primero a un servicio en la Capilla de la Reconciliación en la calle Bernauer y luego depositará una corona en el Memorial del Muro de Berlín. Poco después, participará en el homenaje a las víctimas del Muro de Berlín en el Memorial de Peter Fechter en Kreuzberg. El joven de 18 años Fechter fue abatido allí en agosto de 1962 por guardias fronterizos de la RDA mientras intentaba escapar.
Wegner ve los restos del muro como un símbolo de esperanza. "Con desprecio por la humanidad, el régimen de la SED erigió un muro a través de nuestra ciudad en 1961", dijo. Las ruinas de este muro sirven como recordatorio para mantenerse vigilantes, pero también son un símbolo de esperanza de que el deseo de libertad siempre superará la injusticia.
En Brandeburgo, se ha organizado un acto conmemorativo en el Puente de Glienicke, al que asistirá, entre otros, la presidenta del Landtag, Ulrike Liedtke. Más tarde, el gobierno del estado, los miembros del Landtag y la comunidad de Großbeeren, anfitriona este año, recordarán juntos a las víctimas de la división alemana y del régimen fronterizo de la RDA.
El Presidente del Gobierno, Woidke, pronunciará el discurso conmemorativo. Además, el alcalde de Großbeeren, Tobias Borstel, y el testigo ocular Michael Valentin intervendrán. Antes de la construcción del Muro de Berlín, el pequeño pueblo de Osdorf se encontraba en la comunidad de Großbeeren. El pueblo fue demolido y sus aproximadamente 150 habitantes fueron reasentados en el cercano Heinersdorf.
La construcción del Muro de Berlín comenzó el 13 de agosto de 1961. La dirección de la RDA pretendía detener la masa de personas que huían a Berlín Occidental y a Alemania Occidental, lo que perjudicaba la economía de la RDA y estabilizaba el estado. La barrera de aproximadamente 155 kilómetros dividió Berlín durante más de 28 años.
Durante los actos conmemorativos, alguien podría preguntar: "- ¿A qué hora es el próximo evento?". Después de depositar la corona, Kai Wegner podría expresar sus pensamientos diciendo: "- ¡Qué recordatorio tan crudo del horror del pasado, pero también de la fuerza duradera del espíritu humano".