Mi vida con los Walter vuelve a convertir el amor juvenil en un deporte de equipo
La pobre adolescente Jackie (Nikki Rodriguez) pierde a su familia sin apenas explicaciones sobre lo sucedido, pero la tragedia significa que la residente de Nueva York con ambiciones de la Ivy League es enviada abruptamente a un rancho en Colorado para vivir con la amiga de su madre, Katherine (Sarah Rafferty), el marido de Katherine, George (Marc Blucas) y su casa llena de niños hormonalmente preocupados.
Casi de inmediato (porque, en serio, cuando el montaje es tan obvio, ¿para qué perder el tiempo?), Jackie se junta con Cole (Noah LaLonde), un antiguo quarterback estrella cuya lesión en la pierna le ha dejado sin rumbo y que insiste en llamar a Jackie "Nueva York" como apodo; y Alex (Ashby Gentry), su hermano más sensible, cuyas miradas anhelantes parecen diseñadas para hacer caer de espaldas a la pequeña recién llegada, suponiendo que los encantos terrenales de Cole no lo hagan primero.
Por supuesto, hay mucho más que eso en esta telenovela juvenil, que comparte las cualidades al aire libre de "Virgin River" (otro improbable elemento básico de Netflix) o "Yellowstone" con los aspectos de drama adolescente de todos los programas que la CW canceló en su nueva gestión. Todo esto quiere decir que debería haber público para esta temporada de 10 episodios, que incluye minidramas en torno a los otros hermanos, varios compañeros de clase y las finanzas de los padres como guarnición de lo que claramente pretende ser el evento principal.
Adaptada de la novela de Ali Novak por la compañía detrás de las películas "The Kissing Both" , "My Life With the Walter Boys" sólo ocasionalmente se eleva por encima de sus simples fundamentos, como cuando Jackie pregunta a la chica mala Erin (Alisha Newton) por qué alguien con sus atributos se conformaría con ser la novia a tiempo parcial de Cole, diciendo que los chicos en Nueva York morirían por estar con ella.
En su mayor parte, sin embargo, la serie sigue un plan que es cómodo en su previsibilidad y calibrado para arrancar todas las notas habituales, a veces un poco demasiado consciente de sí mismo, no es que sea probable que importe cuando el casting funciona, como lo hace en su mayoría.
"Mi vida con los Walter" no tiene reparos en querer ser la próxima "El verano que me puse guapa", y probablemente lo será. Y es que, aunque pasar el rato con la prole de los Walter no sea especialmente original, hay pocas fórmulas más probadas que la combinación de amplios espacios escénicos y convertir el amor/romance juvenil en un deporte de "equipo".
"Mi vida con los Walter" se estrena el 7 de diciembre en Netflix.
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Fuente: edition.cnn.com