Menos deforestación en la Amazonia brasileña
Por primera vez en cuatro años, se han talado menos de 10.000 kilómetros cuadrados de bosque en la región amazónica brasileña en un solo año. De agosto de 2022 a julio de 2023, se perdió una superficie de unos 9.000 kilómetros cuadrados de bosque, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe).
Esto corresponde a alrededor de la mitad de la superficie del estado federal de Sajonia - y una disminución del 22,3% en comparación con el mismo período del año pasado (casi 11.600 kilómetros cuadrados). También es la cifra más baja desde 2019.
Taxa de desmatamento na Amazônia cai 22,3%.
A taxa oficial é de 9.001 km² para o período de agosto de 2022 a julho de 2023, segundo estimativa do sistema Prodes, do Inpe.
O resultado é o menor desde 2019. pic.twitter.com/8824BlnCwF
— Ministério do Meio Ambiente e Mudança do Clima (@mmeioambiente) November 9, 2023
La protección de la selva tropical es importante
La región amazónica brasileña, considerada una reserva de CO2 y que desempeña un papel importante en la lucha internacional contra el cambio climático, se extiende por nueve estados brasileños y su superficie equivale al tamaño de Europa Occidental.
El político de izquierdas Luiz Inácio Lula da Silva, que juró su cargo como Presidente de Brasil por tercera vez el 1 de enero, no era considerado precisamente un ecologista durante sus anteriores mandatos (principios de 2003 - finales de 2010), pero había anunciado que daría prioridad a la protección del medio ambiente y el clima.
Después de cuatro años, Alemania reanudó recientemente los pagos de ayuda a un fondo para proteger la selva tropical en la región amazónica. El llamado Fondo Amazonia se creó en 2008, pero se congeló recientemente debido a desacuerdos sobre el uso del dinero bajo el Gobierno del ex presidente Jair Bolsonaro.
Para el populista de derechas, la región amazónica representaba principalmente un potencial económico sin explotar. Durante su mandato (2019-2022), la deforestación y la agricultura de tala y quema aumentaron bruscamente. Dio a los agricultores y a los buscadores de oro vía libre para apoderarse de las tierras. Recortó la financiación a las autoridades de control o les retiró sus competencias.
Fuente: www.dpa.com