- Los profesores de Brandeburgo suelen tener problemas de salud.
Los jardines de infancia y guarderías de Brandeburgo han sido identificados como teniendo algunas de las tasas más altas de absentismo laboral en el país, según un estudio. Los trabajadores de estas instalaciones estuvieron, en promedio, ausentes debido a enfermedades durante 35 días en 2023, en comparación con aproximadamente 30 días a nivel nacional, según un estudio de la Fundación Bertelsmann. Berlín tiene empleados que se toman más tiempo libre, con un promedio de alrededor de 36 días. Mecklemburgo-Pomerania Occidental está aproximadamente a la par con Brandeburgo. La tasa de absentismo en Brandeburgo también fue más alta que el promedio nacional de alrededor del 8%. El estudio analizó datos de la aseguradora de salud DAK. En 2023, los trabajadores de la guardería se ausentaron con mayor frecuencia debido a infecciones respiratorias y problemas de salud mental.
Los jardines de infancia atrapados en un círculo vicioso
Según Anette Stein, experta en educación infantil de la Fundación Bertelsmann, "Muchos jardines de infancia están atrapados en un ciclo autoperpetuado: debido al aumento de los días de enfermedad, cada vez más especialistas están ausentes, lo que aumenta aún más la carga de trabajo para los empleados restantes. No se presta hardly any thought to providing excellent early childhood nurturing, instruction, and upbringing".
Según la fundación, es esencial financiar a personal cualificado para todas las ausencias y establecer regulaciones legales para este fin. En la actualidad, solo unos pocos estados federales tienen directrices específicas para la cobertura de reemplazo confiable.
El estudio examinó diversas profesiones dentro del ámbito de la cuidado de niños y la educación, incluyendo padres/acompañantes diarios, au pairs y educadores en hogares familiares y pueblos infantiles.
El mayor índice de enfermedades en los jardines de infancia y guarderías de Brandeburgo está contribuyendo a una carga de trabajo desafiante para los empleados restantes, ya que con frecuencia faltan más especialistas debido a enfermedades. Para romper este ciclo y garantizar una alta calidad en la educación infantil, es crucial financiar al personal cualificado durante sus ausencias y establecer regulaciones legales robustas para la cobertura de reemplazo confiable.