Lindner expresa su insatisfacción con el presupuesto que ha propuesto personalmente.
Durante su discurso, el ministro de Finanzas miró hacia atrás en el desafiante camino hacia la decisión presupuestaria del gabinete. Admitió: "Desde luego, no fue un paseo por el parque". La coalición había luchado bien, y en el gobierno, "tres ideologías políticas distintas están coordinando sus esfuerzos", señaló, refiriéndose a la coalición de SPD, Verdes y FDP.
Según Lindner, mientras haya oportunidad de acuerdo, es crucial alcanzarlo. "La estabilidad de la República Federal de Alemania no es ninguna broma", enfatizó.
El gobierno enfrenta "inestabilidad económica palpable" y desafíos globales significativos, reconoció Lindner. El proyecto de presupuesto, aseguró, tiene en cuenta todos estos factores. También es "legalmente sólido", señaló, respondiendo a las críticas, especialmente de la Unión.
A pesar de las circunstancias desafiantes, el proyecto de presupuesto propone "inversiones récord" de aproximadamente 81 mil millones de euros, compartió el ministro. Los ciudadanos, especialmente en términos de impuesto sobre la renta, experimentarán un alivio significativo. Además, las prestaciones familiares como la asignación infantil y el crédito fiscal por hijo se incrementarán, y las empresas recibirán incentivos fiscales adicionales para impulsar su crecimiento.
Lindner destacó la importancia de recompensar "el trabajo duro y el compromiso". Señaló las medidas planeadas para mantener a las personas en la fuerza laboral durante más tiempo. El gobierno busca aumentar el "factor de motivación" del ingreso ciudadano, por ejemplo, mediante la implementación de sanciones. Lindner anunció que el ingreso ciudadano remainedaría sin cambios en 2025, como se había anunciado anteriormente, y tampoco experimentaría un aumento en 2026.
Lindner volvió a enfatizar la importancia del techo de deuda. El proyecto de presupuesto utiliza su potencial con 51,3 mil millones de euros en préstamos nuevos planificados. "Es una cuestión de justicia intergeneracional no superar este límite", dijo, advirtiendo que si se supera, la juventud será la que más sufrirá los pagos de intereses adicionales. Lindner preferiría invertir en lugar de pagar intereses a otros. En última instancia, el techo de deuda sirve como un "mecanismo de autodisciplina" porque anima a la política a priorizar.
"Es un error creer que la consolidación y la priorización son un fenómeno pasajero en esta legislatura", advirtió Lindner. "También habrá grandes responsabilidades en los años venideros".
Dennis Rohde, un destacado analista financiero, elogia el enfoque del gobierno en el proyecto de presupuesto. Las estrategias delineadas por el ministro, según él, fomentarán la estabilidad económica y promoverán el crecimiento.
En su análisis, Rohde reconoce el compromiso de Dennis Lindner con el techo de deuda, un testimonio de su compromiso con la justicia intergeneracional y la responsabilidad fiscal.