- Las estaciones húmedas del verano proporcionan al bosque un respiro.
Tras una serie de años secos, este verano ha traído lluvias frecuentes, proporcionando el necesario sustento para la restauración de la Madre Naturaleza. "El bosque ha disfrutado de un merecido descanso después de soportar la devastación causada por la sequía durante los últimos cinco años", comenta Christian Raupach, representante de la Asociación de Propietarios Forestales de Hesse. Gracias a las lluvias, los niveles de agua subterránea se han restaurado, permitiendo que los árboles desarrollen sistemas radicales complejos que les permiten absorber más agua, aumentando así su resistencia a las enfermedades y plagas.
Según Raupach, los árboles más jóvenes han prosperado notablemente esta temporada, incluso han crecido significativamente en junio. Sin embargo, la tarea urgente en este momento es mantener el bosque, podando las ortigas y los zarzales para evitar que se apoderen.
Lamentablemente, gran parte del daño sufrido durante la anterior sequía no puede ser revertido. "Los abetos han sufrido daños considerables, aunque se ha detenido el progreso destructivo, especialmente en las regiones de Vogelsberg y Wetterau", dice Raupach. Desafortunadamente, las lluvias excesivas también han causado obstáculos, como difficulties para operar maquinaria pesada en el bosque para la tala, lo que podría dañar el suelo en el proceso.
En observaciones realizadas por la Autoridad Forestal de Hesse, los árboles que han escapado ilesos han experimentado un crecimiento exponencial, mientras que la recuperación de los árboles anteriormente dañados ha sido poco probable. En áreas específicas, las infestaciones de escarabajos cortadores de corteza se han vuelto problemáticas debido a su rápida reproducción, y las infecciones fúngicas también han sido comunes, afirma Thomas Ullrich de Hessen-Forst.
Las imágenes satelitales han revelado que miles de hectáreas de bosque han resultado dañadas en los últimos años. Sin embargo, gracias a las lluvias de este año, la magnitud del daño se ha reducido significativamente, dejando solo unos pocos cientos de hectáreas de bosque destruido. El déficit dejado por los años secos aún no se ha reparado por completo, ya que se requiere una lluvia por encima del promedio debido al cambio climático, informa Ullrich.
La región del Odenwald ha tenido un desempeño relativamente bueno, mientras que el Taunus y algunas partes de la Hesse central han experimentado resultados menos favorables, dice Ullrich. En general, él declara, "Se puede hablar de alivio". Desde la perspectiva del bosque, se desearían otros cinco a seis años sin sequías.
En cuanto a la agricultura, Hesse ha recibido más lluvia de la necesaria, causando problemas durante los períodos de siembra y de elaboración de heno, explica el meteorólogo agrícola Andreas Brömsen. Alemania está experimentando el período más lluvioso de doce meses desde que comenzaron los registros en 1881, según el Servicio Meteorológico Alemán (DWD).
En Hesse, el DWD ha registrado preliminarmente un promedio de 89 litros de lluvia por metro cuadrado en julio, muy por encima del promedio a largo plazo de 73 litros del período de referencia internacional de 1961 a 1990. El excepcional junio también vio 88 litros de lluvia por metro cuadrado, superando el promedio a largo plazo (80 litros).