Las emisiones fósiles de CO2 alcanzan un nuevo máximo
En lugar de disminuir, como se acordó en el Acuerdo de París sobre el Clima de 2015, las emisiones de dióxido de carbono siguen aumentando en todo el mundo, alcanzando un nuevo récord este año. El objetivo de 1,5 grados se aleja así hacia un futuro lejano. Sin embargo, según los expertos, también hay pequeños rayos de esperanza.
Las emisiones mundiales de CO2 procedentes de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural siguen aumentando. Se espera que alcancen un máximo histórico de 36.800 millones de toneladas anuales en 2023, según escriben los expertos en el informe Global Carbon Budget. Esto supone un 1,1% más que en 2022 y un 1,4% más que en el año pre-corona 2019.
"Los impactos del cambio climático son evidentes a nuestro alrededor, pero las medidas para reducir las emisiones de carbono procedentes de combustibles fósiles siguen siendo dolorosamente lentas", afirma el director de la investigación, Pierre Friedlingstein, de la Universidad de Exeter (Reino Unido), según un comunicado. En el informe, publicado en la revista "Earth System Science Data ", han participado más de 120 expertos.
"Inevitable que superemos el objetivo de 1,5 grados"
Según el informe, la proporción del gas de efecto invernadero dióxido de carbono (CO2) en el aire alcanzará una media de 419,3 ppm (partes por millón) en 2023, lo que supone un 51% más que en 1750. "Parece inevitable que superemos el objetivo de los 1,5 grados, y los últimos años nos han mostrado drásticamente lo graves que son ya las consecuencias del cambio climático", declaró Julia Pongratz, de la Ludwig-Maximilians-Universität de Múnich, una de las autoras principales del informe. Sin embargo, cada décima de grado cuenta en la lucha contra la crisis climática.
La temperatura media mundial no debe aumentar más de 1,5 grados centígrados en comparación con la época anterior a la revolución industrial: este es el objetivo primordial de la Conferencia del Clima de París de 2015. Sin embargo, el presupuesto mundial de CO2 que aún puede emitirse para alcanzar este objetivo con una probabilidad del 50% se agotará en siete años con el nivel de emisiones de 2023, según escriben los expertos en el informe. Se necesitarán otros 15 años para mantener el calentamiento global en 1,7 grados, y 28 años a dos grados, a partir de 2024.
Más emisiones en China e India
Utilizando un gran número de valores medidos y modelos informáticos cuidadosamente probados, los investigadores determinaron que India emitió este año un 8,2% más de CO2 procedente de combustibles fósiles que en 2022, lo que significa que el país más poblado del mundo tiene ahora más emisiones que la UE.
China, responsable del 31% de todas las emisiones mundiales de CO2 de origen fósil, emitió en 2023 un 4% más de CO2 de origen fósil que el año anterior. En cambio, EE.UU. redujo estas emisiones un 3,0% y la UE hasta un 7,4%. En el resto del mundo se registró un descenso del 0,4%, es decir, una tendencia positiva.
El informe no ofrece un cálculo preliminar para 2023 en el caso de Alemania, que el año pasado redujo sus emisiones de CO2 fósil en un 1,9%. En comparación con 1990, Alemania ha logrado reducir sus emisiones de CO2 en un 36,8%, hasta los 670 millones de toneladas (equivalentes al 1,8% de las emisiones mundiales). Sin embargo, también en este país hay que hacer más para reducir el CO2.
La reforestación no sigue el ritmo
Otro tema central del informe es el cambio de uso del suelo, en particular la deforestación. Según el informe, se calcula que en 2023 se emitirán a la atmósfera 4.100 millones de toneladas de CO2 como consecuencia del cambio de uso del suelo. Esta cifra es ligeramente inferior a la media de 4.700 millones de toneladas de los años 2013 a 2022.
En esta década, se eliminaron del aire 1.900 millones de toneladas anuales de CO2 gracias a la reforestación, pero esto no fue suficiente para compensar las emisiones de 4.200 millones de toneladas anuales procedentes de la deforestación permanente, sobre todo en Brasil, Indonesia y el Congo.
Por primera vez, el informe muestra también la reducción de CO2 atmosférico mediante medidas técnicas. Sin embargo, en la actualidad esto sólo supone 0,00001 billones de toneladas de CO2 - bastante menos de una millonésima parte de las emisiones actuales de CO2. No obstante, son necesarias tecnologías como la captura y almacenamiento directo de carbono en el aire (DACCS), subrayó Jan Minx, del Instituto Mercator de Investigación sobre los Bienes Comunes Mundiales y el Cambio Climático (MCC) de Berlín. "Si queremos limpiar la atmósfera en algún momento, porque no queremos vivir con daños climáticos de 1,5 grados, entonces necesitamos estas tecnologías".
Los expertos se sienten alentados por el hecho de que hay muchos países que han reducido significativamente sus emisiones de CO2 y cuyas economías, sin embargo, han crecido.
Los llamados sumideros de carbono siguen absorbiendo alrededor de la mitad del CO2 liberado al aire por el ser humano. En la tierra, son sobre todo la vegetación y el suelo los que eliminan CO2 de la atmósfera, mientras que en el océano lo hacen determinadas reacciones químicas. Sin embargo, sin cambio climático, el sumidero terrestre y el oceánico podrían absorber bastante más CO2. "Estos efectos serán aún más pronunciados con el aumento del cambio climático", subraya Judith Hauck, del Instituto Alfred Wegener de Bremerhaven.
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Fuente: www.ntv.de