Las cinco etapas de la conducción autónoma

De la exageración a la decepción y vuelta a la realidad: La conducción autónoma no está llegando tan rápido como se esperaba, pero sigue siendo una tendencia de futuro. Hasta ahora, el sector de la movilidad ha recorrido aproximadamente la mitad de las cinco etapas. Una visión general de los cinco niveles - y una categorización de dónde nos encontramos.

La escalera hacia el coche robot debería tener cinco niveles. Al menos esa es la definición propuesta por la organización internacional de ingeniería SAE en 2014: Desde el nivel de partida 0 hasta un vehículo totalmente automatizado en el nivel 5, el documento trazaba en detalle el desarrollo previsto de las capacidades de los coches autónomos. Casi una década después, sin embargo, la categorización ha quedado desfasada: algunos niveles parecen ahora frágiles, mientras que otros se han introducido recientemente.

"Una de las razones por las que la conducción automatizada aún no está tan extendida son los muchos pasos que hay que dar en términos de desarrollo y pruebas antes de que estos sistemas salgan al mercado. Sólo cuando estemos seguros de que el sistema funciona de forma fiable, se pondrá en la carretera", explica Sven Lanwer, responsable de Asistencia al Conductor y Conducción Automatizada en Bosch.

Nivel 1

La "conducción asistida" ya está muy extendida en diversas formas hasta en los segmentos inferiores de vehículos. Como su nombre indica, los asistentes ayudan en la conducción. Por ejemplo, avisan de vehículos en el ángulo muerto, al abandonar el carril o mantienen la distancia establecida con el vehículo de delante. Los asistentes sólo ayudan, la persona al volante sigue teniendo que conducir.

Nivel 2

En la "conducción semiautomatizada", el coche ya puede asumir por sí mismo tareas individuales de conducción, pero siempre debe estar supervisado por el conductor. Actualmente, la mayoría de los fabricantes de automóviles han alcanzado este nivel. Un ejemplo de ello es un asistente para atascos que dirige, frena y vuelve a arrancar de forma autónoma en el tráfico de parada y arranque. Aunque el conductor no tiene que conducir activamente, no puede apartar las manos del volante. Si lo hace, el coche le pide que vuelva a coger el volante al cabo de unos segundos. Más recientemente, se ha establecido una fase de expansión de la tecnología, conocida como "Nivel 2 Plus" o "Nivel 2 Manos Libres", que permite explícitamente al conductor soltar el volante y además lo tolera durante un periodo de tiempo más largo.

Nivel 3

En la "conducción altamente automatizada", el coche asume diversas funciones en determinadas situaciones de tráfico y puede, por ejemplo, conducir tramos largos de autopista completamente solo. Sin embargo, el conductor debe ser capaz de volver a tomar el volante tras una petición del coche. En teoría, varios modelos de coche ya son capaces de utilizar esta tecnología, pero sólo unos pocos, entre ellos la Clase S de Mercedes y la Serie 5 de BMW, están actualmente autorizados legalmente a utilizarla. Existen restricciones en cuanto a velocidad y tipo de carretera: por ejemplo, en Alemania el nivel 3 sólo está permitido en tramos de autopista adecuados y a una velocidad máxima de 130 km/h.

Nivel 4

Si el vehículo está "totalmente automatizado", el coche puede dominar aplicaciones específicas completamente solo: desde la conducción por autopista hasta situaciones de tráfico urbano muy complejas. Mientras tanto, el conductor puede dormir, por ejemplo, y ya no es responsable en caso de daños o infracciones de tráfico. Aquí dejamos el terreno que aún hoy dominan los coches particulares. Entre los vehículos totalmente automatizados se encuentran actualmente los robotaxis o robo-shuttles de proveedores de servicios de movilidad que operan en zonas localizadas. Otro ejemplo es el "Automated Valet Parking" ofrecido por Bosch y Mercedes en Alemania, en el que los coches encuentran su propia plaza de aparcamiento en parkings especialmente equipados.

Nivel 5

En la "conducción autónoma", los ocupantes se convierten en pasajeros completos, sin necesidad siquiera de volante o pedales. El coche puede realizar todas las tareas de conducción por sí solo. En cualquier carretera, con cualquier tiempo y en las situaciones de tráfico más complejas. A principios de la década, los ingenieros aún esperaban alcanzar el máximo nivel a mediados de 2020. Esto no ocurrirá. Algunos representantes del sector dudan de que alguna vez se llegue tan lejos. Entre otras cosas, porque los costes serían probablemente tan elevados que apenas merecería la pena. Lanwer, experto de Bosch, reconoce otro problema: "Por ejemplo, es muy difícil subir un vehículo autónomo a una plataforma elevadora si no se puede controlar". De momento, el nivel 5 no se ve en el mercado porque actualmente no ofrece ninguna ventaja sobre el nivel 4.

Críticas al modelo de cinco niveles

Mientras tanto, el modelo de cinco niveles recibe cada vez más críticas. El Instituto Federal de Investigación de Carreteras (BASt) quiere ofrecer una mejor visión de conjunto y propone un nuevo modelo para la clasificación de los coches robot con sólo tres modos: asistido, automatizado y autónomo. Con esta categorización más sencilla, la autoridad quiere simplificar la comunicación sobre la conducción sin conductor, especialmente para los usuarios, y evitar malentendidos. La propuesta es que en el futuro el sistema terminológico anterior sólo se utilice en círculos especializados.

BASt utiliza el término "modo autónomo" cuando el ordenador actúa permanentemente como conductor del vehículo, como está previsto para los robotaxis en un futuro próximo. Este estado corresponde a los niveles SAE 4 y 5. Las designaciones numéricas del sistema SAE siguen siendo compatibles con las del BASt y, según la autoridad, deben seguir utilizándose en la comunicación entre expertos.