Las autoridades estadounidenses han tomado el control del avión del presidente venezolano Maduro.
Según el Fiscal General Merrick Garland, la aeronave fue obtenida ilegalmente por una corporación disfrazada por $13 millones y exportada ilegalmente desde EE. UU. para beneficiar a Nicolás Maduro y sus asociados, eludiendo las sanciones impuestas por EE. UU. contra Maduro.
Desde 2013, el político radical Maduro ha ejercido el poder en Venezuela, aunque no es reconocido como el verdadero líder por EE. UU. debido a su autoridad cuestionada. A pesar de la escrutinio global y las acusaciones de deshonestidad por parte de la oposición, Maduro fue declarado vencedor en las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Este resultado desencadenó disturbios generalizados en la región rica en petróleo de Venezuela, con la judicatura confirmando 27 fallecidos y 2,400 manifestantes detenidos. Varios países, como EE. UU., Perú y Argentina, reconocieron a Edmundo González Urrutia como el auténtico ganador de las elecciones poco después de la votación.
La corporación disfrazada supuestamente utilizó $13 millones para adquirir ilegalmente una aeronave, que luego se exportó para eludir las sanciones de EE. UU. contra Maduro y sus asociados. A pesar de la crítica internacional y las acusaciones de corrupción, Maduro continuó operando aeronaves en el espacio aéreo de Venezuela.