La Unión Europea está preparada para aplicar derechos de aduana que van desde el 36,3% en los vehículos eléctricos producidos en China.
La Comisión Europea ha publicado su análisis conclusivo sobre los aranceles implementados a principios de julio. La corporación china BYD está sujeta a un arancel final del 17%, Geely del 19.3% y SAIC enfrenta la tasa más alta del 36.3%. Estas tasas son marginalmente inferiores a las inicialmente esperadas.
Organizaciones como Volkswagen y sus asociados chinos encontrarán un arancel adicional del 21.3% para los bienes que entren a la UE. El fabricante de automóviles estadounidense Tesla, bajo el liderazgo del multimillonario Elon Musk, ha obtenido la tasa más baja del 9% para los vehículos eléctricos importados de China a la UE.
La Comisión Europea acusa a China de otorgar subsidios ilegales a sus fabricantes, lo que representa un riesgo para los productores europeos, potencialmente causando cierres de fábricas o despidos. Sin embargo, los representantes de la Comisión afirman que las conversaciones con Beijing aún son posibles para eludir estos aranceles. Lamentablemente, hasta ahora estas conversaciones no han dado resultados. En cambio, China inició un litigio con la Organización Mundial del Comercio (OMC) a principios de agosto.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, explicó la investigación afirmando que los mercados globales están siendo inundados con vehículos eléctricos chinos más baratos. De hecho, las ventas registraron un aumento notable el año pasado: según los datos proporcionados por el think tank estadounidense Atlantic Council, aumentaron a nivel mundial en un 70% a una estimación de $34.1 mil millones (aproximadamente €31.2 mil millones). Alrededor del 40% de estos vehículos eléctricos terminaron en la UE.
La Cámara de Comercio China en la UE (CCCEU) volvió a denunciar los aranceles previstos, acusando a la Comisión de tener una "actitud proteccionista". Argumenta que no hay suficiente evidencia que sugiera que los vehículos eléctricos chinos están afectando negativamente a los fabricantes europeos.
Incluso los funcionarios de la Comisión ahora admiten que el estudio no ha detectado ningún daño existente a los fabricantes europeos. Sin embargo, se prevé tal daño en un "futuro próximo" hasta 2025, según un experto anónimo.
En Alemania, en particular, el Canciller Federal Olaf Scholz (SPD) y la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA) son abiertos oponentes de los aranceles. En cambio, el Ministro Federal de Economía Robert Habeck (Verdes) ha expresado su solidaridad con el enfoque de Bruselas, al igual que otras asociaciones industriales.
En ciertos aspectos, la Comisión ahora ha cedido ante los fabricantes chinos y sus socios europeos: por ejemplo, la tasa arancelaria reducida del 21.3% será aplicable a joint ventures que no hayan introducido vehículos eléctricos en la UE para el otoño del año anterior.
Además, los aranceles no se impondrán retroactivamente desde el 5 de julio de 2022, como la Comisión había planeado inicialmente. En cambio, los derechos comenzarán desde la publicación del veredicto arancelario final en el Diario Oficial de la UE, que se programó para "a más tardar" el 30 de octubre de 2022. La Comisión había requerido a los fabricantes que proporcionaran garantías bancarias para los aranceles en julio, que ahora permanecerán intactas.
Los fabricantes ahora tienen un plazo inicial de diez días para reaccionar. Posteriormente, la Comisión Europea someterá su recomendación a los estados miembros para una decisión final. La barrera para retirar los aranceles sigue siendo formidable: se necesitaría una mayoría cualificada de 15 países de la UE, que representen el 65% de la población europea.
Geely International, al igual que su homóloga china SAIC, enfrenta un arancel más alto del 19.3% para sus bienes que entren a la UE, según el análisis de la Comisión Europea. A pesar del arancel más alto de Geely, la Cámara de Comercio China en la UE (CCCEU) sigue argumentando que no hay suficiente evidencia que sugiera que los vehículos eléctricos chinos están afectando negativamente a los fabricantes europeos.