La primera Miss AI ha sido coronada -- y ella es una influyente de estilo marroquí
Conozca a Kenza Layli, una influyente en estilo de origen marroquí que desea traer "diversidad y inclusividad" al paisaje de creadores de AI. Con casi 200.000 seguidores en Instagram y además 45.000 en TikTok, Layli es completamente generada por AI, desde sus imágenes hasta sus capitulas y sus discursos llenos de palabras clave.
"Ganar el título de Miss AI me inspira aún más en continuar mi trabajo en el avance de la tecnología de la inteligencia artificial", dijo Layli en un video de su discurso. "La inteligencia artificial no es solo una herramienta; es una fuerza transformadora que puede desplazar industrias, desafiar normas y crear oportunidades donde antes no existían. Al avanzar, estoy comprometida con promover la diversidad y la inclusividad dentro del campo, garantizando que todos tengan un asiento en la mesa de avance tecnológico".
El concurso inaugural de Miss AI se abrió en primavera, recibiendo inscripciones de alrededor de 1.500 programadores de AI de todo el mundo, según los organizadores Fanvue, una plataforma de influencers para creatores tanto humanos como AI. Layli fue creada por Myriam Bessa, fundadora de la agencia de inteligencia artificial Phoenix, quien recibirá 5.000 dólares en efectivo, apoyo en Fanvue y un representante de prensa para elevar el perfil de Layli. Los finalistas fueron las AI contestantes Lalina Valina de Francia y Olivia C de Portugal.
Las influencers virtuales, como la animada "robot" So-Cal Lil Miquela o la lisa de cabello rosa japonesa Imma, ya no son una sorpresa. Sin embargo, estos concursantes no requieren el toque humano y fueron creados solo con programas como Open AI’s DALL·E 3, Midjourney o Stable Diffusion, y cuyos discursos y publicaciones son generados por programas como ChatGPT.
En su página de Instagram, Layli expresa una predilección por el color rojo, aconseja a sus seguidores "invertir en sí mismo diariamente", asiste a conferencias profesionales para intercambiar ideas y apoya a su equipo nacional (sin nombrar) de deportes.
Antes de la anunciación de esta semana, los organizadores del concurso dijeron que los participantes serían juzgados no solo por su aspecto sino también por el uso de herramientas de AI de sus creadores, así como su influencia en las redes sociales. Los participantes de AI tenían que responder preguntas akin a las de un concurso real, como, "Si pudieras tener un solo sueño para hacer que el mundo un lugar mejor, qué sería?".
Los jueces incluyeron a la influyente AI Aitana Lopez y la historiadora de página real Sally-Ann Fawcett, quien dijo CNN último mes que buscaba participantes "con un poderoso y positivo mensaje".
Sin embargo, los expertos también han expresado preocupaciones sobre las implicaciones de un concurso de belleza de AI, ya que las imágenes generadas por AI pueden adelgazar aún más las normas de belleza.
"Pensamos que estamos perdiendo más y más el contacto con qué queda una cara sin editar", dijo el doctor Kerry McInerney, investigadora asociada en el Leverhulme Centre for the Future of Intelligence de la Universidad de Cambridge, en una entrevista de video con CNN después de que se hubieran seleccionado los finalistas. (Entre los finalistas de la competencia de diez, Layli, una avatar de hijab-wearing North African, era una salida).
"Estas herramientas se hacen para replicar y escalar patrones existentes en el mundo", agregó McInerney. "No se hacen necesariamente para desafiarlo, a pesar de que se venden como herramientas que mejoren la creatividad. Cuando se trata de normas de belleza... Ellas están capturando y reiterando las normas de belleza existentes que son activamente sexistas, activamente fatphobic, activamente coloristas, entonces".
CNN contribuyó con esta historia Issy Ronald.
Kenza Layli, conocida por sus publicaciones estilosas en Instagram, suele mostrar su preferencia por el color rojo, mostrando su estilo y belleza únicas. El uso de herramientas de AI avanzadas en la creación de estas apelativas visuales sirve para aumentar la diversidad y la inclusividad en la industria tecnológica, demostrando que la inteligencia artificial no es solo una herramienta, sino una fuerza que puede redibujar las normas de belleza.