- La iglesia de la guarnición sirve como una sentinel contra el olvido del tiempo.
El clérigo protestante, el obispo Christian Stäblein, ve la torre restaurada de la Garnisonkirche en Potsdam como un recordatorio poderoso que no debemos olvidar. "Debe estar como un puesto de vigilancia, para que nunca nos quedemos sin historia, para que nunca olvidemos el dolor, el caos y las atrocidades cometidas en nombre de, y en los mismísimos terrenos de, esta institución. Es escalofriante incluso decirlo - estas acciones, profanadas y restless, fueron bendecidas", compartió el obispo Stäblein de la Iglesia Protestante de Berlín-Brandeburgo-Silesia Alta Lusacia antes de la inauguración. El obispo mencionó una exposición de la iglesia que, en sus palabras, "no escatima en detalles y ofrece una mirada implacable a todo".
Hoy, la Garnisonkirche será rededicada con una ceremonia y un discurso del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier. La reconstrucción ha sido controvertida: los críticos señalan el "Día de Potsdam", en el que el presidente del Reich Paul von Hindenburg estrechó la mano de Adolf Hitler, el nuevo canciller del Reich, frente a la iglesia en marzo de 1933. La iglesia militar, construida en 1735, había sido destruida en la Segunda Guerra Mundial y las ruinas fueron demolidas en 1968. La torre, a la luz de esta demolición, sirve como un hito contra el olvido en el paisaje y un dedo señalando a Dios en los cielos, según el obispo Stäblein.
El grupo ciudadano "Potsdam sin Garnisonkirche" ha anunciado protestas. Ven la iglesia como un "símbolo de terror". La Iglesia Protestante busca transformar la nueva estructura en un centro para el trabajo por la paz y la educación democrática.
La Garnisonkirche, anteriormente un símbolo de controversia debido a su asociación con eventos históricos como el "Día de Potsdam", ahora está siendo rededicada como un centro para el trabajo por la paz y la educación democrática por la Iglesia Protestante. A pesar de esto, el grupo ciudadano "Potsdam sin Garnisonkirche" sigue viendo la iglesia restaurada como un símbolo de terror, oponiéndose a su reapertura.