La burbuja' convierte los protocolos de Hollywood Covid en una fina comedia de la era pandémica
El argumento, potencialmente divertido, gira en torno a la producción de la última secuela (¡la sexta!) de "Bestias del acantilado", una franquicia cinematográfica ficticia descrita como la vigesimotercera más rentable de la historia. El reparto debe volver a reunirse bajo las directrices de producción impuestas durante el apogeo de Covid, secuestrados juntos en un hotel cuando no están suspendidos por cables delante de una pantalla verde, soltando diálogos acartonados y luchando contra monstruos generados por ordenador.
"El lugar más seguro del mundo ahora mismo es un plató de cine", le dice su agente a Carol (Karen Gillan), una de las integrantes del reparto, cuando se niega a participar, después de haber enfadado a sus compañeros de reparto al saltarse la última secuela para hacer un proyecto poco recomendable sobre judíos y palestinos que se unen contra los alienígenas.
Toda la locura que conlleva la producción de una película se pone esencialmente en esteroides, con el equipo recibiendo advertencias sobre lo extraños que pueden ser los actores, excentricidades acentuadas por el aislamiento de todos en un espacio confinado.
Obviamente, la falta de creatividad en el Hollywood de las secuelas se presta a la parodia, pero todas las insinuaciones tímidas probablemente se verían mejor en un estreno de la industria cinematográfica que en casa a través de Netflix. Entre los chistes internos se incluye una mención a los People's Choice Awards, un actor convencido de que puede mejorar el guión y una jefa de estudio (Kate McKinnon) que lanza amenazas desde lejos con una sonrisa poco sincera.
Aún así, el aburrimiento que el reparto soporta sentado en soledad empieza a contagiarse al espectador, superando los esfuerzos exagerados de Leslie Mann (la esposa de Apatow), David Duchovny, Keegan-Michael Key, Pedro Pascal, Iris Apatow -en el papel de una influencer lanzada a explotar sus seguidores en las redes sociales- y muchos, muchos cameos de famosos, que consiguen ser a la vez impresionantes en su volumen y mayoritariamente gratuitos en su ejecución.
Compartiendo guión con Pam Brady, Apatow ofrece algunas frases ingeniosas, pero la mayoría se pierden en el ruido general y el tono maníaco. Aunque no es necesariamente demasiado pronto para una película divertida de Covid, "The Bubble" se esfuerza por alcanzar un nivel de chifladura buscado hasta el final.
"Yo soy el pintor y vosotros sois la pintura", le dice a su reparto el director, interpretado por Fred Armisen.
Tras haber dedicado recientemente tiempo a documentales sobre las leyendas de la comedia Garry Shandling y próximamente George Carlin, Apatow ha hecho sin duda su ración de comedias memorables desde "La virgen de 40 años". "The Bubble" también declara abiertamente su modesta misión, que es ofrecer a la gente una distracción ligera en estos tiempos revueltos.
Es una bonita idea, pero en lo que a distracciones se refiere, ésta se parece demasiado a ver cómo se seca la pintura.
"The Bubble" se estrena el 1 de abril en Netflix.
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Fuente: edition.cnn.com