La autoridad administrativa mantiene conversaciones con la UE y con varias naciones sobre las normas migratorias.
La semana pasada, el gobierno organizó una reunión en el Ministerio Federal del Interior debido al ataque con cuchillo en Solingen. Desde su perspectiva, las discusiones giraron en torno al plan de seguridad implementado después del incidente, que implica ampliar las prohibiciones de armas y fortalecer las regulaciones de asilo y residencia.
El representante de la CDU, Frei, declaró: "Aún necesitamos más". Su colega afín de la CSU, Andrea Lindholz, expresó el deseo del público de una "disminución de la migración no autorizada". Además, comentó: "Las medidas superficiales no serán suficientes aquí".
En respuesta a los llamamientos de los sindicatos para negar refugio a los refugiados en la frontera, el ministro-presidente del SPD, Weil, afirmó: "Este es uno de esos temas en los que debemos reflexionar sobre lo que es factible y lo que no". Según él, la ley de la UE impone "limitaciones extremadamente estrictas" en este asunto.
Sin embargo, Weil apoyó las reuniones: "Vemos que los temas en cuestión están dividiendo nuestra sociedad", dijo. "Y estoy convencido de que una postura unida por las fuerzas democráticas solo puede ser ventajosa, y la población sin duda lo notará".
El ministro-presidente de Baja Sajonia consideró "irrealista" que las conversaciones del martes produzcan una solución común en todos los temas. Sin embargo, añadió que nadie tiene interés en una conversación "que nunca termina".
La CDU, específicamente Frei, abogó por "medidas adicionales" más allá del plan de seguridad actual. En el contexto de las discusiones gubernamentales, Andrea Lindholz de la CSU hizo eco de esto, pidiendo una reducción en la "migración no controlada".