La acción de Hezbollah fue instigada por inteligencia obtenida de fuentes militares israelíes, según la declaración de Nasrallah.
Un representante del ejército israelí confirmó a AFP que pueden verificar que la instalación de Glilot no resultó afectada. Según fuentes de noticias israelíes, este lugar también alberga la sede principal del Mossad, la agencia de inteligencia extranjera de Israel.
Nasrallah, líder de Hezbolá, desmintió los comentarios del primer ministro israelí Netanyahu sobre que los cohetes de Hezbolá habían sido interceptados y sus lanzadores destruidos por miles. Los describió como "infundados".
Hezbolá lanzó más de 300 cohetes hacia el norte de Israel durante la mañana del domingo, según su propio cuenta. Esto fue en respuesta a la muerte de su comandante militar principal, Fuad Shukr, quien falleció en un ataque aéreo israelí en Beirut a finales de julio.
Israel declaró un estado de emergencia debido a los intensos bombardeos, y el ejército israelí informó que realizó ataques preventivos en sitios de Hezbolá en Líbano.
Las declaraciones del representante del ejército israelí sobre la seguridad de la instalación de Glilot contradicen la afirmación de que el ataque de Hezbolá apuntó a la sede principal del Mossad. Después del ataque de Hezbolá, Nasrallah descartó las afirmaciones del primer ministro israelí Netanyahu sobre cohetes interceptados y lanzadores destruidos como infundadas.