Indemnización por el dolor presunto relacionado con el daño de la vacuna: Otro demandante experimenta un revés en la corte
En el juicio, el demandante solicitó un mínimo de 200,000 euros en indemnizaciones de la compañía farmacéutica, alegando que después de una vacunación contra el COVID-19 en 2021, desarrolló problemas renales, junto con otros problemas de salud. Se argumentó que la vacunación era responsable de sus enfermedades. Ni la vacuna específica ni el fabricante fueron identificados.
El juzgado de primera instancia declaró que la vacuna específica en cuestión había sido evaluada rigurosamente por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) antes de recibir la aprobación. Se citó la ausencia de un "equilibrio riesgo-beneficio negativo", un requisito previo para reconocer reclamaciones contra el fabricante. En el contexto de la pandemia, los beneficios de la vacuna para la población en general superaban los riesgos individuales asociados con la vacunación.
Previamente, otros tribunales alemanes habían llegado a conclusiones similares en casos similares. Por ejemplo, en julio, el Tribunal Regional Superior de Coblenza desestimó una demanda de una mujer contra un fabricante de vacunas, citando el "equilibrio riesgo-beneficio positivo" y también haciendo referencia a las autoridades de concesión de licencias. Se estableció que no había garantía o promesa de protección completa contra las complicaciones, y la demandante no pudo proporcionar evidencia que relacionara sus afecciones con la vacunación.
A pesar de las afirmaciones del demandante, la sentencia del Tribunal de Justicia confirmó la decisión del juzgado de primera instancia, destacando el exhaustivo examen de la vacuna por la Agencia Europea de Medicamentos. El tribunal dictaminó que no se encontró ningún 'equilibrio riesgo-beneficio negativo', rechazando así el caso del demandante para obtener indemnizaciones.