Impulsado por la lluvia, este portador de semillas podría ayudar a reforestar las zonas más remotas
La reforestación es esencial en la lucha contra el cambio climático y para proteger la biodiversidad, pero plantar arbolitos a mano puede ser lento y laborioso.
En los últimos años se han empezado a utilizar drones para dejar caer semillas en terrenos deforestados por incendios forestales; una empresa llamada Mast Reforestation, antes DroneSeed, ha aplicado este método en el oeste de Estados Unidos y otros lugares, y el Fondo Mundial para la Naturaleza ha utilizado drones especializados para restaurar matorrales rurales en Australia. Pero para que un bosque vuelva a crecer, las semillas caídas tienen que llegar al suelo y germinar, y eso puede ser un reto.
Los investigadores del Morphing Matter Lab de la Universidad Carnegie Mellon, en Pensilvania, podrían tener una respuesta. Inspirándose en el diseño de la propia naturaleza, el laboratorio ha creado un portador de "semillas electrónicas" destinado a ser lanzado por drones e introducirse en el suelo.
Pero, sorprendentemente, el portador no necesita una fuente de energía para perforar el suelo: está hecho de un material que se "autoperfora" en respuesta a la lluvia.
La directora del laboratorio, Lining Yao, y sus colegas se inspiraron en las semillas de erodium, un género de plantas con un "taladro" en forma de espiral que cambia de forma cuando se moja y utiliza una "cola" para impulsarse y penetrar mejor en la tierra.
El equipo creó un portador de semillas basado en el mismo principio, hecho de madera de roble blanco que responde de forma natural a los cambios de humedad. Trataron químicamente la madera para hacerla más flexible cuando se moja, así como más blanda y densa para que se expanda con más eficacia. Erodium tiene una sola cola, pero el portador de semillas tiene tres, lo que facilita su perforación en el suelo.
Según la investigación que Yao publicó en la revista Nature, el portador tiene una "tasa de éxito de perforación del 80% en terrenos llanos", lo que lo hace más eficaz que las semillas de erodium en las mismas condiciones. Una vez que el portador se entierra, la semilla queda protegida de los animales y los elementos naturales, lo que mejora sus posibilidades de germinación.
Hecho a medida
En agosto, el diseño ganó el premio Falling Walls al avance del año -que se concede anualmente a los avances científicos en disciplinas académicas- en Ingeniería y Tecnología.
De momento, Morphing Matter sólo ha probado los portadores de semillas en Pittsburgh y Changxing (China), pero Yao afirma que el laboratorio ha recibido el interés de inversores de capital riesgo y organismos públicos de todo el mundo que quieren utilizarlos en proyectos de reforestación.
Pero señala que hay que desarrollar tipos específicos de portadores de semillas para distintos lugares, que se adapten a diferentes suelos y niveles de humedad, entre otras variantes. "Tenemos que adaptar el diseño a las condiciones locales y a las semillas de su interés", explica Yao.
"El desierto es muy diferente de la selva amazónica y de las costas de Hawai. La asociación tiene que ser muy colaborativa con los profesionales locales, así que siempre les pedimos que nos envíen semillas y tierra para validarlas".
Proporcionar la tecnología a proyectos de todo el mundo exigiría aumentar la producción.
"La mayoría de la gente que nos llega quiere miles de semillas, quiere cultivar millones de árboles en un año", dice Yao. "He puesto en marcha un pequeño equipo en el laboratorio para pensar en la estrategia de producción masiva, pero definitivamente queremos conseguir más apoyo financiero y de personal para hacer de esto un esfuerzo mayor".
Shu Yang, profesora de la Universidad de Pensilvania, ha participado intensamente en el proyecto del portador E-seed. Dice que la cuestión de la distribución a gran escala es importante.
"Hay que fijarse en la eficiencia. Ahora mismo es del 80%, pero cuando se trata de una gran superficie, ¿cuál es la eficacia frente a los costes? Si la gente está interesada en hacerlo, creo que la tasa de éxito es fundamental", afirma Yang.
Pero en cuanto al proceso de fabricación, Yang cree que será posible producir suficientes portadores para satisfacer la demanda.
Escasez de semillas
Según Matthew Aghai, vicepresidente de bioinvestigación y desarrollo de Mast Reforestation, el proyecto e-seed es un "avance fenomenal", pero añade que, para que la distribución de semillas sea realmente eficaz, es necesario disponer de mejores drones para la reforestación. Normalmente, con los drones convencionales, "la tecnología no está en un lugar en el que se pueda operar con un gran grado de control y precisión", afirma.
Mast Reforestation fabrica y utiliza drones para reforestar en todo el mundo, además de producir millones de semillas al año en el mayor banco de semillas del oeste de Estados Unidos, y aunque no está relacionada con Morphing Matter Lab, ha consultado con él. Aghai añade que el uso de drones para la reforestación en zonas remotas requiere infraestructuras, como estaciones de carga, que a menudo no están disponibles.
Pero un reto aún mayor podría ser la escasez de semillas para plantar, dice, porque almacenar semillas en bancos lleva tiempo y los viveros de semillas necesitan más financiación. "En realidad, hay una escasez de semillas más amplia en nuestro sector, muy grave. Ése es el cuello de botella de la reforestación, no la tecnología".
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Fuente: edition.cnn.com