Estudio: los pingüinos duermen hasta 10.000 siestas cortas al día
Los casi ocho millones de parejas reproductoras del pingüino de nombre científico Pygoscelis antarctica viven en el Antártico y en algunas islas del Atlántico Sur. La hembra y el macho se turnan para criar. Solos en el nido, deben proteger constantemente sus huevos de las aves rapaces, los skuas pardos. Los padres también tienen que defender sus nidos de otros pingüinos que intentan robar el material del nido.
Esta tensión constante es la razón del inusual comportamiento del pingüino barbijo: durante la cría, los padres acumulan grandes cantidades de sueño a través de miles de fases de microsueño, como han descubierto los investigadores. Por lo general, no dan cabezadas durante más de cuatro segundos seguidos, pero aun así duermen hasta doce horas a través de más de 600 fases de sueño por hora, más de 10.000 al día en total.
En diciembre de 2019, el equipo de investigación dirigido por Paul-Antoine Libourel, del Centro de Investigación en Neurociencia de Lyon, registró el comportamiento y la actividad cerebral de pingüinos barbijos salvajes que se reproducían en una colonia de la isla Rey Jorge, en la Antártida. Para medir su actividad cerebral, equiparon a 14 aves con registradores de datos especialmente diseñados. Esto se complementó con grabaciones de vídeo y observaciones directas.
Las actividades de las aves se registraron durante once días en tierra y en el mar, donde los pingüinos se sumergieron hasta una profundidad de 200 metros. A continuación, los investigadores estudiaron cómo afectaba al sueño de los pingüinos el hecho de anidar en el borde de la colonia, donde están expuestos a las aves de presa, en comparación con el centro de la colonia.
El sorprendente resultado: las aves del borde de la colonia duermen un diez por ciento más y un segundo más que las del centro de la colonia. Por tanto, las molestias y agresiones de otros pingüinos de la colonia influyen más en el sueño que el peligro de los depredadores.
Los investigadores también demostraron en el estudio que los pingüinos también pueden dormir nadando en el mar. En general, dormían bastante menos tiempo en el mar que en tierra. Al volver a tierra, recuperaban parte del sueño perdido, aunque sólo en fases que duraban una media de cuatro segundos.
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Fuente: www.stern.de