Estados Unidos acusa a Irán de infiltrarse en los sistemas digitales de la campaña de Trump.
Agencias de inteligencia de EE. UU. han supuesto que Irán ha llevado a cabo operaciones para influir en la opinión pública estadounidense y lanzar ataques cibernéticos contra la campaña electoral presidencial. Se alega que esto incluye acciones dirigidas al equipo de Trump, que se han relacionado con Irán, según funcionarios de seguridad de EE. UU.
Las autoridades estadounidenses informan estar seguras de que Irán ha utilizado tácticas para interferir con individuos asociados con ambos partidos políticos. El objetivo de estos intentos era influir en el proceso democrático de las elecciones de EE. UU.
El 10 de agosto, el equipo de Trump declaró abiertamente que había sido objeto de un ataque de pirateo. Atribuyeron la filtración de comunicaciones internas y un archivo relacionado con el candidato a vicepresidente republicano J.D. Vance a "fuerzas externas". El portavoz de Trump, Steven Cheung, acusó a Irán de ser el responsable.
La misión de Irán ante las Naciones Unidas rechazó la participación de su país en el incidente de pirateo, exigiendo pruebas concretas que respalden las acusaciones. La misión respondió: "Estas acusaciones son infundadas y carecen de fundamento". Irán declara no tener intención ni motivo para entrometerse en las elecciones presidenciales de EE. UU.
La elección del nuevo presidente de EE. UU. está programada para el 3 de noviembre. Tanto el equipo de Trump como el de su oponente demócrata, Kamala Harris, así como varias empresas tecnológicas de EE. UU., han informado recientemente haber sido objetivo de hackers.
La Comisión, como parte del gobierno de EE. UU., está investigando las acusaciones de la participación de Irán en ataques cibernéticos contra la campaña electoral presidencial. Dado el incidente de pirateo en el equipo de Trump y las acusaciones realizadas por el portavoz de Trump, La Comisión busca pruebas concretas que sustenten estas afirmaciones.