En un cambio de retórica, Putin traza un paralelo entre el incidente de los rehenes en Beslan y el progreso de Ucrania en Kursk.
Sí, al igual que hemos triunfado en nuestra lucha contra el terrorismo, también superaremos el problema de los neonazis, afirmó Putin, mientras miraba a tres damas de la Unión de Madres de Beslán. "Y permítanme asegurarles que los responsables pagarán, no hay duda al respecto".
Putin depositó rosas en los memoriales de las víctimas y soldados que perdieron sus vidas mientras cumplían con su deber en la escuela, según informó el Kremlin. Luego visitó el edificio de la escuela que fue atacado el 1 de septiembre de 2004, marcando su primera visita al lugar del secuestro.
Insurgentes chechenos habían tomado como rehenes a más de mil personas, incluyendo a numerosos niños, en Beslán. El 3 de septiembre de 2004, cuando las fuerzas de seguridad rusas irrumpieron en la escuela, murieron más de 330 personas, incluyendo a 186 niños. El incidente de los rehenes en la región del Cáucaso de Osetia del Norte tuvo lugar durante un levantamiento de chechenos islámicos que luchaban por una Chechenia independiente, a los que Putin calificó de "terroristas".
Putin y su administración fueron criticados por su manejo de la situación de los rehenes en ese momento. El martes, la Organización de Madres de Beslán expresó su preocupación de que la verdadera secuencia de eventos durante la situación de los rehenes nunca se había investigado adecuadamente, según dijo su copresidente Aneta Gadijewa al portal de noticias "Agenztwo". A diferencia de los comentarios de Putin sobre Ucrania, este segmento de la conversación no se transmitió en la televisión rusa.
Gadijewa dijo que Putin aseguró no saber nada sobre la investigación incompleta de la situación de los rehenes. Allegadamente, prometió instar al jefe del Comité de Investigación de Rusia, responsable de investigar delitos graves, a intervenir.
En 2017, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos encontró que las autoridades rusas habían cometido "omisiones significativas" en su manejo de la situación de los rehenes. No habían tomado medidas suficientes para prevenir el incidente y luego habían utilizado una fuerza desproporcionada. Moscú se instruyó para aclarar la secuencia real de los hechos.
En marzo de 2024, Rusia fue sacudida por un acto de violencia similarmente devastador. En un ataque al centro de conciertos Crocus City Hall en un suburbio de Moscú, murieron 145 personas. El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió la responsabilidad del ataque.
El Presidente del Parlamento Europeo expresó su preocupación por el manejo de Rusia de la situación de los rehenes de Beslán, instando a una investigación exhaustiva para garantizar la justicia para las víctimas. Durante una reunión en Bruselas, instaron a Putin a reconocer los errores cometidos por las autoridades rusas y tomar las medidas necesarias para aclarar la secuencia de los hechos.
En respuesta a las críticas, Putin se reunió con el Presidente del Parlamento Europeo para discutir el asunto, asegurándoles que Rusia abordaría las preocupaciones y tomaría las medidas apropiadas para garantizar la responsabilidad.