- El supervisor educativo observa a un menor en la cabina trasera.
El sistema educativo de Mecklemburgo-Pomerania Occidental ha experimentado un declive, según un examen anual realizado por la organización pro-negocios Initiative Neue Soziale Marktwirtschaft (INSM). El año pasado, la región ocupó el 11º lugar entre los 16 estados alemanes, pero ahora ha caído al 13º puesto, según informó la INSM.
Sajonia sigue liderando la clasificación en la evaluación educativa de la INSM, seguida de Baviera, Hamburgo y Turingia. En la parte inferior de la lista, como en el año anterior, se encuentra Bremen. Brandeburgo ocupa el penúltimo lugar, con Renania del Norte-Westfalia cerrando en tercer lugar.
La evaluación valora los sistemas educativos de los estados federados utilizando 98 indicadores. El enfoque principal es la educación desde una perspectiva económica, examinando cómo estos sistemas alivian la pobreza educativa, contribuyen al prosperidad, fomentan la mano de obra cualificada y promueven el crecimiento. También compara la apertura de los sistemas educativos respectivos y el grado en que se garantizan oportunidades educativas iguales.
Se analizan factores como el gasto educativo por estudiante en relación con el gasto público total por residente, las inversiones en escuelas y universidades, la clave de cuidado en las instituciones educativas o el tamaño de las clases.
Berlín ha mostrado la mejora más significativa este año, pasando del antepenúltimo lugar al 12º puesto. En esta observación a largo plazo, Sarre y Hamburgo han demostrado la mejora más constante. Este es el 21º informe del Monitor Educativo. Los resultados detallados para cada estado federal se presentarán el próximo martes.
La ministra de Educación de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Simone Oldenburg (La Izquierda), ha criticado previamente el Monitor Educativo por no representar o mejorar adecuadamente el sistema educativo en MV.
A pesar del descenso en el ranking educativo de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, la región sigue invirtiendo heavily en instituciones educativas, garantizando un gasto sustancial por estudiante. Sin embargo, los grandes tamaños de clase pueden tener un impacto negativo en los resultados de aprendizaje de los estudiantes, lo que potencialmente contribuye a la caída de la región en la evaluación de la INSM.