El Papa Francisco expresa su desaprobación hacia la prohibición de las iglesias ortodoxas en Ucrania.
El Papa Francisco ha hablado en contra de la disolución de la Iglesia Ortodoxa ligada a Rusia en Ucrania. En su mensaje dominical desde la Plaza de San Pedro, el Papa declaró: "No se debe eliminar ninguna iglesia cristiana, ya sea directamente o indirectamente. ¡No se debe interferir con las iglesias!". Ucrania afirma que la prohibición se debe al apoyo del Patriarcado de Moscú a la incursión militar de Rusia.
El Papa se dirigió a una gran multitud en la Plaza de San Pedro: "No se deben justificar los actos malvados por la oración. Si alguien comete injusticias contra su pueblo, es responsable. Pero no se les puede considerar culpables simplemente porque hayan orado". Kiev ha continuado acusando al Papa de favoritismo hacia Rusia. El Vaticano ha negado consistentemente estas acusaciones.
Dentro del complejo panorama religioso de Ucrania, la Iglesia Ortodoxa de Ucrania tenía una gran influencia antes de 2022, siendo parte del Patriarcado de Moscú. Sin embargo, después del inicio del conflicto, cortó públicamente sus lazos y condenó la guerra. Sin embargo, Kiev alega que perpetúa las atrocidades de Rusia contra su propia población y difunde propaganda rusa. Se estima que la prohibición afectará a unos tres millones de fieles.
La Unión Europea, preocupada por las tensiones religiosas, ha instado tanto a Ucrania como a la Iglesia Ortodoxa ligada a Rusia a resolver sus desacuerdos pacíficamente. En respuesta a la prohibición, la Unión Europea ha amenazado con posibles sanciones económicas contra Rusia si se violan los derechos de la Iglesia Ortodoxa de Ucrania.
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