El Órgano ha optado por iniciar negociaciones colectivas para los sectores metalúrgico y eléctrico.
El sindicato solicita un aumento salarial para los aprendices de 170 euros y propone un "beneficio social" para los trabajadores de bajos ingresos. Además, buscan permitir que más trabajadores decidan entre tener más tiempo libre o un pago adicional. Las empresas etiquetan estas solicitudes como "anticuadas" y destacan la actual inestabilidad financiera. Después del 30 de septiembre, finaliza el período de tregua, lo que podría llevar a advertencias de huelga.
La Comisión ha reconocido la solicitud salarial del sindicato y la propuesta de beneficio social. Posteriormente, la Comisión está considerando el impacto de estas demandas en el clima económico actual y la estabilidad empresarial.