El ladrillo está en el centro de nuestra galaxia. Un nuevo hallazgo inesperado podría ayudar a desvelar sus misterios
Se calcula que la nube, apodada "el Ladrillo" por su impenetrabilidad visual y su aspecto rectangular, contiene más de 100.000 veces la masa del Sol. Según los conocimientos actuales de los investigadores sobre la formación estelar, una masa tan densa debería estar produciendo estrellas masivas.
Pero no es así.
El Ladrillo está en gran parte inactivo. Y las últimas observaciones, realizadas con el telescopio espacial James Webb, no revelaron ninguna estrella joven oculta.
En cambio, los nuevos datos del Webb revelaron que el Ladrillo no sólo está formado por gas. También está repleto de monóxido de carbono congelado, mucho más de lo que se esperaba, según un estudio publicado el lunes en The Astrophysical Journal. Y hay más hielo formándose a mayor profundidad en el interior del Ladrillo.
Los hallazgos podrían tener implicaciones drásticas para la forma en que los científicos analicen esta región en el futuro. Más hielo de monóxido de carbono en el interior del Ladrillo podría cambiar drásticamente la forma en que los investigadores estudian y miden las nubes oscuras en el centro de la Vía Láctea.
"Estamos (ahora) más cerca de comprender qué ocurre exactamente en el Ladrillo y dónde está la masa", afirma el astrónomo de la Universidad de Florida Adam Ginsburg, autor principal del estudio. "Pero abrimos más preguntas de las que cerramos con esto".
Entre esas preguntas: ¿Por qué y dónde se congela en hielo este monóxido de carbono?
Otros misterios que se ciernen sobre esta región siguen también sin respuesta: ¿Por qué no podemos ver ninguna estrella nueva formándose? ¿No es el Ladrillo tan denso como creían los científicos? ¿Y qué son esas extrañas crestas y filamentos que aparecen en el interior del Ladrillo?
"Nos queda mucho por investigar antes de poder estar seguros de lo que ocurre", afirma Ginsburg. "Yo diría que estamos en la fase de formación de hipótesis, no en la de sacar conclusiones".
Lo que reveló Webb
Ginsburg y sus compañeros investigadores, entre los que se encontraban estudiantes de posgrado de la Universidad de Florida, tuvieron en sus manos por primera vez estos nuevos datos de Webb en septiembre de 2022.
Era un momento crucial. Como el telescopio espacial más potente jamás construido, Webb podría ofrecer conocimientos nunca antes vistos sobre el Ladrillo. Pero de entrada, Ginsburg y su equipo descubrieron que los datos necesitaban mucho trabajo. El telescopio Webb se orienta utilizando un mapa, determinando la dirección a la que apunta en relación con las estrellas conocidas.
El problema es que "hay tantas estrellas en el centro galáctico que se confunde", explica Ginsburg. Así que los investigadores tuvieron que pasar meses limpiando los datos, orientándolos para que se alinearan correctamente con los mapas existentes del cielo.
Luego, al observar el Brick, descubrieron que las imágenes del Webb tenían un color equivocado.
"Todas las estrellas se veían demasiado azules", dijo Ginsburg, lo que llevó a los investigadores a preguntarse si había algún problema con los datos.
Pero resultó que el problema radicaba en sus suposiciones. Los científicos no esperaban que hubiera tanto hielo de monóxido de carbono, y ésa fue la causa del cambio de color, según el estudio.
Según Natalie Butterfield, científica adjunta del Observatorio Radioastronómico Nacional de EE.UU. que no participó en el estudio, el descubrimiento de la existencia de este hielo podría tener amplias repercusiones en todo tipo de investigaciones sobre el centro de la Vía Láctea.
Butterfield dijo que su propia investigación -que incluye el estudio de las supernovas y la radiación entre los sistemas estelares- podría verse alterada para siempre al comprender la existencia de este hielo de monóxido de carbono. Podría cambiar la forma en que los científicos calculan la masa de todas las nubes del centro galáctico.
Por qué es importante el monóxido de carbono
Hay varias cosas desconcertantes sobre todo este hielo de monóxido de carbono. Por ejemplo, la zona es bastante cálida -alrededor de 60 Kelvin (menos 351,67 grados Fahrenheit)-, mientras que el monóxido de carbono suele congelarse a 20 Kelvin.
Es posible que el polvo del interior del ladrillo esté mucho más frío que el gas, lo que hace que el monóxido de carbono que rodea las partículas de polvo se solidifique. O, según Ginsburg, puede que el agua se congele y atrape el monóxido de carbono en su interior.
La respuesta importa.
Todo el hielo de una región como el Brick puede aportar a los científicos nuevos conocimientos sobre nuestro sistema solar, incluso sobre nuestro planeta.
El hielo y el agua que existen en la Tierra, por ejemplo, probablemente llegaron aquí a través de cometas. Por tanto, saber dónde existe el hielo en el universo y cómo se forma puede ayudar a los investigadores a comprender de dónde proceden estos cometas y cómo recogieron los materiales que depositaron.
¿Dónde están las estrellas?
Y luego está el gran misterio de por qué hay una falta de formación estelar en el Ladrillo.
Los científicos ya saben que las nuevas estrellas se gestan a partir de nubes de polvo y moléculas de hidrógeno. Pero los científicos no pueden observar directamente las moléculas de hidrógeno dentro del Ladrillo -ni en ningún otro lugar del universo- porque son invisibles para los telescopios.
Sin embargo, los científicos también saben que por cada molécula de hidrógeno hay probablemente una cierta cantidad de monóxido de carbono. Y el monóxido de carbono es visible, por lo que los científicos pueden medirlo para determinar cuántas moléculas de hidrógeno hay en una zona determinada.
Según Ginsburg, los investigadores llevan 50 años utilizando este método para medir las moléculas de hidrógeno.
Pero siempre han supuesto que el monóxido de carbono era gas, no hielo sólido, como revelan los datos del Webb. Este hallazgo abre una nueva caja de Pandora, dijo Ginsburg.
Ginsburg señaló que es crucial que los investigadores sepan en qué estado de la materia se encuentra el monóxido de carbono -gas o sólido- para llegar a las respuestas correctas.
Cada nuevo conocimiento sobre el Ladrillo y su composición explica mejor por qué esta nube opaca no está produciendo estrellas, a pesar de que -según la mayoría de las hipótesis- debería ser uno de los viveros estelares más activos de la galaxia.
"Es un lugar muy natural para la formación de nuevas estrellas", afirma Ginsburg. "Pero no hemos encontrado muchas, sólo un puñado muy, muy pequeño".
Hay algunas respuestas posibles que Ginsburg y otros investigadores están ansiosos por explorar: Tal vez el Ladrillo esté más disperso -menos compacto- de lo que los científicos pensaban. O tal vez sea demasiado joven y sus días de formación estelar estén aún por llegar.
Son preguntas, según Ginsburg y Butterfield, que el Webb puede seguir ayudando a los investigadores a responder.
"Es un telescopio impresionante", afirmó Butterfield. "Creo que éste es sólo el primero de muchos resultados únicos que saldrán del JWST para el centro galáctico".
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Fuente: edition.cnn.com
