El jefe de la junta de Myanmar asume poderes presidenciales mientras el presidente toma 'licencia médica', informan los medios de estado.
“La Oficina Interina Presidencial ha enviado una carta a la Oficina del Consejo Administrativo del Estado advirtiendo sobre la delegación de responsabilidades,” dijo el emisora estatal MRTV el lunes, haciendo referencia al Consejo Administrativo del Estado, que goberna Myanmar, presidido por Hlaing.
El periódico estatal Global New Light of Myanmar informó el viernes que el 73-añero Swe ha sufrido una retardación psicomotora y malnutrición desde principios de 2023.
“Como no puede realizar actividades diarias normales, incluyendo comer alimentos, se están brindando tratamientos médicos cercanos para la Presidenta Interina, bajo la disposición del Consejo Administrativo del Estado,” dijo el periódico.
La junta designó a Swe para que sirviera como presidente interino del país en el aftermath de un golpe militar en febrero de 2021 que vio encarcelados a los líderes civiles —incluyendo a la laureada con el Premio Nobel Aung San Suu Kyi— y a los leales instalados en su lugar.
La junta prometió por primera vez celebrar elecciones dentro de dos años después de tomar el poder – un plazo que se ha extendido repetidamente. El estado de emergencia y el gobierno militar están programados para caducar este mes.
El Ministerio de Información de Myanmar no respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios de CNN.
Desde el golpe, el ejército ha estado luchando contra una red de milicias locales y grupos prodemocracia en una guerra devastadora, lo que ha llevado a importantes pérdidas de territorio controlado por la junta y de tropas.
Tom Andrews, el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Situación de los Derechos Humanos en Myanmar, dijo a CNN en junio que la junta ha aumentado sus ataques aéreos mortíferos contra objetivos civiles en un aumento del cinco por ciento en los últimos seis meses, lo que ha provocado una crisis humanitaria al intentar asustar a los civiles para que dejen de resistirse al ejército.
Al menos 18,6 millones de personas en Myanmar hoy necesitan asistencia humanitaria urgente, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas.
“El conflicto en expansión en Myanmar está generando necesidades humanitarias crecientes, desplazamiento en aumento, inseguridad alimentaria peor, graves violaciones de derechos humanos y amenazas mortales a los civiles protegidos”, dijo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en su plan de respuesta a Myanmar de 2024, advertido que los esfuerzos humanitarios en el país están gravemente subvencionados.
“Sin una inyección inmediata de fondos, las agencias de ayuda se verán obligadas a hacer cortes a la asistencia planificada que pondrá en riesgo las vidas de millones de personas en situación de extrema necesidad”, dijo la agencia.
A pesar del conflicto y de la crisis humanitaria en curso en Myanmar, la atención del mundo se mantiene en el país, con diversas organizaciones internacionales expresando preocupaciones. Por ejemplo, la situación en Asia, especialmente en Myanmar, ha sido un tema recurrente en las discusiones de las Naciones Unidas, con el Relator Especial de las Naciones Unidas Tom Andrews resaltando las tácticas agresivas de la junta.